Las supersticiones y las creencias son una parte fundamental de muchas sociedades y determinan las características y comportamientos de muchas culturas. Es algo tan arraigado que durante años ha sido objeto de estudio para entender en que se asemejan, qué antecedentes históricos los definen y cualquier factores que permite entender su importancia a la hora de relacionarse o vivir diferentes experiencias. Incluso ocupan un lugar importante a nivel de historia.
Al final, las supersticiones se basan en ser una herramienta que busca controlar aquellas cosas que escapan de nuestro control o que busca darle una explicación a cosas que quizás no tienen explicación. Muchas supersticiones tienen una estrecha relación con la mitología, otras han pasado y persistido en el tiempo por tradición, aunque algunas se derivan de análisis científicos, aunque esto ocurre en menor medida.
Depende de la cultura, las supersticiones pueden ser consideradas una forma de religión y por eso su estrecho vínculo con el término creencias. Se ha llegado a considerar que muchas supersticiones se utilizaban como medio para alejar situaciones indeseables como la muerte.
Igual, algunas creencias y supersticiones con el paso del tiempo se terminan convirtiendo en un hábito y al final no tienen ningún significado oculto. El porqué nació esa superstición deja de ser importante y el objetivo es la repetición.
Importante también es reconocer que ser supersticioso, tener ciertas manías o rituales no es algo malo, siempre que se domine la forma de actuar. Pues hay situaciones y actitudes que pueden terminar generando más ansiedad, en vez de llevar a las personas a una zona de tranquilidad. Y es importante conocer el límite.
Algunas supersticiones habituales que aún persisten en la actualidad son muy conocidas por todos, incluso por aquellos que dicen no tener estas creencias en su vida cotidiana.
Por ejemplo, una creencia es plantar un árbol cuando se tiene un dolor de muela, tocar madera para alejar la mala suerte, no cruzarse con un gato negro, la creencia que los viernes 13 (en la cultura hispana el martes 13) son de mala suerte, echar sal por encima del hombro son solo algunas muestras de supersticiones en las que hoy en día todavía creen la gente.
Increíblemente los juegos y deportes son un área donde la gente acumula todo tipo de supersticiones y creencias que les permitan atraer la suerte. Los apasionados por los juegos de lotería suelen creer en las relaciones que existe entre el color y la suerte, pueden tener amuletos e incluso le rezan a santos.
Es más, hay una creencia bastante extendida de que existen números de la suerte. Cada persona, eso sí, puede tener una razón diferente para escoger su número. Pero la realidad es que los números, por sí solos, no tienen la capacidad de dar buena o mala suerte.
Los juegos de casinos tienen muchos símbolos que están relacionados con la suerte o que buscan dar suerte.Una actividad que ha crecido gracias a la penetración del internet.
El trébol de cuatro hojas es uno de los amuletos más utilizados porque siempre se ha asociado como felicidad y fortuna porque las probabilidades de conseguir un trébol de cuatro hojas son muy bajas. La herradura por ejemplo es un símbolo muy ligado a las tragamonedas y es una imagen que se asocia con la suerte y protección.
Para los amantes de la lotería también existe una protección. San Pancracio es muy popular en países como España, pues es considerado el santo del dinero. Estudios científicos establecen que al menos 50% de la población adulta cree por lo menos en alguna superstición. Esto se intensifica en el caso de los jugadores. Se calcula que alrededor del 80% de los jugadores tienen algún tipo de superstición, sobre todo relacionada con el juego.
Lo cierto es que la suerte sí tiene un papel muy importante en muchas cosas de la vida, pero no siempre la respuesta o solución está en las creencias o supersticiones. En muchos casos es necesaria una dosis de suerte, sobre todo en los juegos de casino como la ruleta, los dados y las propias tragamonedas. Sin embargo, el desarrollo de ciertas habilidades y pensamiento crítico siempre es necesario para llegar al éxito.
Creer en la suerte no es nada de malo por sí solo. A veces puede dar confianza y crear un ambiente de mayor seguridad. Lo importante al final de cuentas es no permitir que las supersticiones y las creencias tomen las riendas de las acciones a realizar. En cualquier situación es importante conocer el juego que se elige, las situaciones que te rodean y las posibles consecuencias según la forma de actuar.
Una cosa sí es segura, las supersticiones y creencias se mantendrán con el paso de los años. Una muestra de ello es que los juegos de azar son tan antiguos como la humanidad y además los ritos y creencias están documentados.