Si bien es claro, que la educación y la salud son el
fundamento y la base del progreso y desarrollo de la sociedad, actualmente han
salido a la escena del debate con motivo de lo ocurrido en Bogotá referente a
la movilidad y en general en todo el país con motivo de la seguridad ciudadana,
ya que en muchas regiones del país se ha venido trasladando los problemas de
orden publico del campo a las ciudades mas importantes del país, como lo son Bogotá,
Medellín y Cali principalmente y mas cuando ya no solo Colombia se caracteriza
por ser uno de los principales exportadores de droga sino que ya viene siendo
particular el consumo interno, en especial en todas aquellas comunas
periféricas donde la pobreza y el desempleo son factor desestabilizador y en
donde las bandas delincuenciales buscan inducir a los mas pequeños para
involucrarlos en una determinada cultura y seguir el camino de los «grandes
capos».


Por los lados de la seguridad es fundamental retomar
la autoridad, la fuerza y el compromiso en las fuerzas armadas para volver a
aquellos momentos gloriosos donde se dieron los mayores golpes contra los
grupos armados y magníficos rescates de secuestrados; pero por otro lado se
requiere que la policía tome el control con autoridad, cumpliendo la ley y
siendo eficaces en las principales ciudades del país en donde problemáticas
como la drogadicción en jóvenes, la extorsión, las llamadas «vacunas», robos,
secuestros, entre otros, están absorbiendo los patrimonios culturales e históricos
y lugares principales y centrales donde abundan delincuentes y pocos policías.

La ley de seguridad ciudadana, aprobada hace poco por
el congreso, debe constituirse en uno de los principales elementos para
enfrentar diversas conductas punibles, por eso se buscó reformas el código penal,
el código de infancia y adolescencia, código de procedimiento penal y la ley de
extinción y dominio.

Por otra parte, en el caso de la movilidad, el tema es
bastante disiente y claro y que mejor ejemplo que lo ocurrido en Bogotá, y por
eso se requiere que en las ciudades se acondicione y haya una mayor organización
de los sistemas integrados de transporte publico y de los buses «sencillos», y
por supuesto que la licitación de obras publicas sean conforme a la ley y haya
una constante regulación por parte de la procuraduría y el Instituto de
Desarrollo Urbano (IDU).

Se requiere disponer y contar con paraderos de buses instituyéndolos
en lugares específicos, concretos y seguros de parada en donde esté por ejemplo
el mapa de recorrido y los lugares más importantes por donde pasa, y así
daremos una mayor organización al sistema de transporte público.

Por otro lado se requiere un mayor control en el
ingreso de taxis a las ciudades, ya que hoy en día en las ciudades abundan los «amarillos»,
muchos de ellos listos para ser chatarrizados y otros tantos, que a pesar de
ser nuevos, es mas el estorbo que generan que el servicio prestado, por haber
tanta competencia.

Tanto la movilidad como la inseguridad afectan e
influyen en la salud y educación de las personas, ya que muchas veces puede
degenerar en temores psicológicos, estrés, falta de inteligencia vial al
conducir, no respetar las normas viales, entre muchos otros factores. Porque el
hecho de usted sentirse seguro y viajar en la ciudad con tranquilidad y
agilidad le sienta bien a su salud y le genera un mayor nivel de cultura y
educación.