En época de elecciones, se ha
vuelto muy común sucesos o elementos como la guerra sucia, candidatos apoyados
por parapolíticos condenados, además de presentarse alianzas por doquier como
en el caso de Bogotá entre la U y el Verde con Peñalosa o en casos mas
llamativos como en Córdoba donde un candidato liberal es respaldado por el
Polo, la ASI, el partido Conservador y Cambio Radical, porque al fin y al cabo lo
único que importa es no perder el acceso al poder.


En el caso de Medellín, si bien
es claro que el Partido Liberal y el Verde son la llave maestra para llegar a
la alcaldía y la gobernación, es más una alianza programática y entre sujetos
más que entre partidos, ya que en sus respectivas administraciones entre 2004 y
2007, tanto el gobernador Aníbal como el alcalde Fajardo fueron elegidos los
mejores del país, respectivamente, y demostraron que si es posible gobernar de
forma transparente y coherente con principios como la transparencia en el uso
de los recursos públicos y la participación ciudadana.

Fajardo se ha caracterizado por
ser una persona de principios fundamentando la honestidad y la educación para
lograr avances y transformaciones sociales desde los estratos mas bajos;
encarnó desde el año pasado en el Partido Verde una ilusión y renovación de
país junto a Antanas Mockus que poco a poco se fue apagando, pero que busca
encenderse de nuevo en estas elecciones.

Medellín no puede ser apática a
lo que se viene gestando en la campaña, porque las acusaciones que han salido a
flote han sido muy serias, la misma Revista Semana en la edición 1535 señaló
puntos críticos donde existe el veto a campañas, principalmente, frente al
Partido Verde y la ASI, los cuales no pueden hacer campaña en comunas
periféricas de la ciudad, y todo porque los mismo lideres del barrio afirman «…Hay
que apoyar a Luis Pérez», además muchos de los miembros de los combos en los
barrios piden apoyar a Luis Pérez y promueven candidatos al concejo que están
con éste.

La verdad es que las acusaciones
son muy serias y para nadie es un secreto que el señor Luis Pérez durante su
alcaldía fue salpicado por varios escándalos y, por algo, de ningún partido
recibió aval y por eso le tocó salir a recolectar firmas para poder lanzarse.

Vale la pena votar por Aníbal
porque de la mano de Fajardo gobernará con transparencia, honestidad en busca
de mejor progreso y desarrollo para la ciudad con seguridad y movilidad, dos
problemáticas claves actualmente, y quien seguro tendría un equipo de lujo
liderado por personas con experiencia y trabajo, y no como Luis Pérez que seguro
tendría en primer plano en su gabinete a las bandas delincuenciales para poder
gobernar.

Preparémonos para votar conforme
a un proyecto de gobierno real y eficaz y no sobre promesas utópicas que bien
sabemos que son difíciles de cumplir, porque vale más un buen gobernante que un
bulto de cemento o una lechona.

Aníbal y Fajardo ya lo demostraron
desde el 2004 hasta el 2007 y quieren volver a repetir la misma proeza que los
convertiría, al primero en candidato vicepresidencial de Rafael Pardo en las
pasadas elecciones presidenciales y al segundo candidato presidencial que
después se retiraría para apoyar a Mockus.

«El
voto es el mejor instrumento para evitar al mismo sujeto corrupto gobernando»