Hace pocas semanas, en plena
temporada de vacaciones, tuve el privilegio de viajar en avión con la aerolínea
Avianca, experiencia que quiero compartirles y que estoy seguro que se ha
convertido, algunas oportunidades, en el karma de más de una persona que
acostumbra a viajar a otras ciudades en avión, ya sea por negocios, estudio o
por paseo.
Inicialmente es preciso decir que,
a nivel económico, los monopolios se definen como la situación de privilegio
legal o fallo de mercado, en el cual existe un productor oferente que posee un
gran poder de mercado y es el único en una industria dada que posee un
producto, bien, recurso o servicio determinado y diferenciado; para que un monopolio
llegue a un resultado satisfactorio es necesario que no exista en el mercado
productos sustitutos, es decir, no exista otro bien que pueda reemplazarlo.
Es la definición única y perfecta
para el monopolio que ha manejado Avianca durante muchos años en Colombia a
pesar de que hasta el día de hoy persistan algunas empresas que se han
convertido en competencia directa de ésta como lo que era hasta hace poco Aires
y que ya es aerolínea filial de la empresa chilena LAN.
Hasta 1990 Avianca era la única aerolínea existente en el mercado, ocasionando con esto,
que los consumidores de su servicio no tuvieran otra alternativa que solicitar
sus servicios sin tener en cuenta la mala calidad de estos.
A la fecha
muchas empresas, o mejor, intentos de competencia directa de Avianca han ido a
la quiebra o han desaparecido del mercado, como lo fueron en su momento LANSA, SAM,
ACES, estas dos últimas que se fusionaron con Avianca entre 2002 y 2004.
Por otra
parte, El pasado 16 de diciembre cuando me disponía a viajar de Bogotá a
Medellín a las 8:30 pm, al llegar al registro para abordar la sala de espera en
el aeropuerto, la primera noticia que recibí era que tenía que esperar unos
minutos porque muchos vuelos estaban atrasados y ni siquiera habían sillas para
sentarse, procedimos por tanto a esperar un tiempo aproximado de 10 o 15
minutos según lo que nos informaron agentes de Avianca en el aeropuerto, que se
convirtieron en mas de 4 horas porque al llegar la hora del vuelo nos
informaron que por transito aéreo y retraso en los vuelos se había pasado
nuestro vuelo para las 10:45 pm, y no solo sucedió con nosotros sino con muchos
pasajeros que iban para Pereira, Cali, Barranquilla, entre otras ciudades,
todos estos vuelos que se retrasaron en un vergonzoso promedio de 4 a 6 horas,
para colmo de los insolentes y opulentos monopolios colombianos.
Todo esto
que sucedió no solo aquel 16 de diciembre sino que sucede con frecuencia en
muchas ciudades del país con esta aerolínea.
A parte de
lo anterior, los servicios en el interior del avión y en las salas de espera,
son lamentables y muy inferiores a muchas aerolíneas internacionales, en
relación al servicio de comida, comodidades y atención. (Con excepción, de la
sala VIP, por ejemplo, a la que el 1% de los clientes tienen acceso)
Para
beneficio de los colombianos contamos con la aerolínea LAN, que la recomiendo
100% porque tuve el privilegio de viajar
con ésta al exterior, aunque a decir verdad no se que tal sea a nivel nacional
pero me han hablado muy bien de ella las agencias de viajes y algunos familiares
que han viajado por ella.
Para
finalizar les comparto una anécdota que le sucedió a un conocido que se
encontraba en el aeropuerto El Dorado esperando que su vuelo de Avianca
partiera rumbo a Madrid, el cual tenía como hora de despegue a las 4:00 pm,
pero al pasar las horas agentes de Avianca informaban retrasos en el vuelo cada
hora hasta llegar cerca de las 9:00pm cuando despegó el avión, mientras que
agentes de la aerolínea alemana Lufthansa que para aquel día tenían destinado viajar a
Frankfurt, anunciaron «sentimos avisar a los pasajeros del vuelo a Frankfurt
que tiene un retraso de 5 minutos».
Lamentable
para un país como Colombia que día tras día se arrodilla ante los extranjeros
para pedirles que inviertan en nuestro «paraíso natural e infierno terrenal»,
porque no somos capaces de administrar y competir de buena forma en el interior
del país, sin desconocer empresas nacionales como Ecopetrol, Nacional de
Chocolates, hoy llamada grupo Nutresa, entre muchas otras, que han afrontado el
mercado y la competencia con seriedad, emprendimiento y gran desarrollo empresarial.