Desde principio de año, se hablaron de las grandes
contrataciones y del súper equipo paisa que empezaba a deslumbrar, por el
dinero invertido por parte de la organización Ardila Lulle, que le apostó a
jugadores de talla a través de los cuales se pretende alcanzar aquella faena de
1989 cuando se ganó la Copa Libertadores, o por lo menos hacer una digna presentación
en este certamen continental de magna importancia, que en los últimos años ha
dejado decepción, fracasos y mal imagen ante el mundo del paupérrimo fútbol
colombiano, dirigido y organizado por la excluyente, interesada y descarada
Dimayor, frente a la cual tengo dos anotaciones: en primer lugar, la descarada
oferta hecha para la programación por televisión pidiendo cifras exorbitantes a
Telmes y UNE para transmitir, lo que ha generado que muchos colombianos no
tengan la oportunidad de ver los partidos del rentado patrio desde los hogares,
y en segundo lugar, pareciera que para RCN, Millonarios y Santa fe son los
mejores equipos que juegan bien al fútbol, demostrando de forma descarada su interés
por el desdichado futbol bogotano y sumamente de forma malintencionada y de
mala fe programando la mayoría de partidos en Medellín en un pésimo horario
como lo son los domingos en la noche, a pesar de la excelente asistencia de la
mejor hinchada del país, la del verde de la montaña.


Atlético Nacional empezó a motivar y a generar grandes
esperanzas en los 3 torneos al arrancar el año con sendas victorias gustando,
goleando y ganando frente a Cale, Chico, Universidad de Chile y el gran partido
contra Peñarol en Uruguay; pero después vino la debacle inesperada y la grave
crisis que ya llega alrededor de mes y medio y que ha generado muchas dudas por
lo que pueda estar pasando en el interior del plantel, porque nadie se explica
el bajón de nivel de muchos jugadores y el pobre juego colectivo demostrado en
las ultimas fechas.

Derrotas frente a algunos llamados equipos chicos como
Itagüí, Cúcuta, Pasto, Tolima, la doble derrota frente a Medellín, empate
sufrido frente al colero Quindío y doble paridad frente a Godoy Cruz, estos dos
últimos partidos de buen nivel y fútbol que tuvieron que terminar en victorias
sino fuera por la irresponsable y mísera defensa, que tantos dolores de cabeza
ha causado en los últimos campeonatos.

La tasa se rebosó con la increíble derrota este domingo
frente a un equipo pastuso, que demostró jugar por el empate como muchos
equipos que vienen a jugar a la ciudad frente al verde, pero como viene ocurriendo
los desalmados y descarados jugadores del Atlético Nacional le hicieron las
cosas fáciles al Pasto en el segundo tiempo para que se fueran vencedores en
una noche en la que se salva NADIE, con excepción de Gastón Pezzuti que es el
que carga con menor responsabilidad en el equipo, a pesar de su aparente falta
de liderazgo, porque de resto todos jugaron como si estuvieran eliminados, o
como sino les pagaran, o sencillamente buscan sacar a Santiago Escobar y
tenerlo fuera del equipo.

La verdad es que en estos momentos de crisis, no estoy
de acuerdo con pedir la cabeza del Sachi por cuanto no hay duda de su
experiencia, capacidad y no se nos puede olvidar las dos estrellas que le ha
dado al equipo jugando y gustando con buen fútbol, pero si bien es cierto que
es mejor sacrificar a uno que a 25 jugadores presentes en el plantel
profesional, es oportuno que los dirigentes del equipo se empoderen de la problemática que
aparentemente se viene presentando adentro para evitar sindicatos de jugadores
que buscan solamente sacar al técnico, para colmo de males, en momentos donde
es fundamental mantener claridad y buen futbol para lograr clasificar a octavos
de final y seguir avanzando en la libertadores, sin dejar a un lado el
campeonato local, en el que se necesita por lo menos ganar 6 de los 8 partidos
que quedan para buscar la clasificación.

Con convicción y fe se logran muchas cosas, y tenemos
un gran equipo para luchar hasta el final por los 3 campeonatos, no se puede
dejar pasar la oportunidad histórica que tenemos de repetir aquella vuelta olímpica
de 1989 que cada vez se ve mas frustrada por jugadores que ganan millonadas y a
los cuales pareciera que no les importara la hinchada, la historia y el país,
por el prestigio en la Copa Libertadores.