La Cumbre de las Américas a pesar de generar
poco impacto hacia el futuro y de ser un éxtasis transitorio, pretende ante
todo generar mayor unión, esperanza y compromiso sobre un continente que hacia
1492 se convirtió en el paraíso para ser explotado por Europa por sus grandes
riquezas naturales y diversidad étnica y cultural.
Sin lugar a dudas es claro que la Cumbre deja
muy bien posicionado a nuestro país que añora renovados aires de libertad y de
paz y que busca dejar atrás un conflicto armado de más de medio siglo, logrando
dejar buena impresión ante el mundo, sin desconocer la infinitud de
dificultades por las que atravesamos, muchas de ellas de carácter regional.
Considero pertinente, revisar algunos de los compromisos
pactados y firmados en la última Cumbre de las Américas y su impacto al día de
hoy, tres años después de que los gobernantes se reunieran en Trinidad y
Tobago:
1. Prosperidad humana:
Incluye políticas para paliar la pobreza, garantizar el acceso a la salud,
alimentación y servicios básicos, reducir la exposición a la violencia y el
crimen y protección de los más vulnerables, incluyendo mujeres, niños y pueblos
indígenas. La cumbre insistirá en la necesidad de invertir en una educación de
calidad como factor de inclusión social y avance de una sociedad.
2. Estabilizar las
concentraciones de gas de efecto invernadero en la atmósfera.
4. Seguridad pública: Los
jefes de Estado se comprometerán a continuar sus esfuerzos para «prevenir
y combatir el terrorismo y el crimen organizado, en total acatamiento de las
leyes internacionales».
5. Reforzar la
gobernabilidad democrática: Los participantes reiterarán su compromiso con la
Carta Democrática Interamericana y subrayarán su empeño en luchar contra la
corrupción, racismo, violencia de género y en favor de los derechos humanos.
Evidentemente, podríamos
decir que muchos de los compromisos anteriormente pactados han sido una burla
para las naciones y una fachada más de mentiras, demagogia barata y populismo
en medio de una cumbre en la que cada presidente pretende demostrar y vender la
mejor imagen de su país al exterior en la que los cuentos de fantasías se hacen
realidad como viene ocurriendo con Cartagena y su sorprendente fachada al
exterior, y como por ejemplo el caso colombiano donde se hace realidad el
cuento de Caperucita Roja, en donde el pueblo es Caperucita (cree todas las
mentiras y trabaja para el gobierno), el gobierno es el lobo (miente y miente
hasta que devora) y Estados Unidos es la abuelita (espera los detallitos de
este humilde y sumiso pueblo)…
Es evidente que muy poco se
ha avanzado en América en procura de mejores índices de salud, educación y
lucha contra la corrupción y la desigualdad, pero para colmo de males a los
presidentes les da por hablar de las Malvinas, Cuba y legalización de las
drogas como sino hubieran temas mas importantes y esenciales para la construcción
de un estado como la problemática de desigualdad, frente a la cual, estadísticamente,
se dice que la región es la mas desigual del planeta y Colombia el tercer país
del mundo mas desigual.
¡Señores presidentes, que lumbreras y magníficos países tuviéramos
si gobernaran a imagen y semejanza de cómo hablan!
¡Un colibrí me dijo que si estamos unidos, seremos una mejor América!
VÍDEO OFICIAL VI CUMBRE DE LAS AMÉRICAS: http://www.youtube.com/watch?v=9svOygTn39k
En el próximo artículo
(tercera parte), realizaré un análisis de lo que dejó la Cumbre de las Américas,
las conclusiones y sus repercusiones…
Twitter: @Juanma_0423