Nuestra cultura, nuestro país, se ha caracterizado por
expresar en uno de los mayores deportes de competición y de seguimiento a nivel
mundial, como lo es el futbol, una pequeña muestra de pasión, amor patrio y
entrega demostrando ante todo que como país no hemos fracasado y tenemos aun
mucho por dar a partir de nuestra materia prima, la cual mas que fundamentarse
en tecnología, poder militar, emporios económicos o grandes infraestructuras se
expresa en nuestra gran calidad humana y malicia indígena que nos caracteriza.

Son muchos los futbolistas por nombrar, pero es solo una muestra
de que Colombia es algo mas que violencia, corrupción y narcotráfico, y de que
hay mil maneras de salir adelante sin escoger aquellos caminos fáciles o
ilegales que a presente nos pueden dar mucha satisfacción pero a futuro las
consecuencias van desde pasar el resto de vida en una cárcel hasta dejar una
muy mala huella e influencia en todos aquellos seres que nos rodean.

Las eliminatorias rumbo a Brasil 2014 son una gran posibilidad e
instrumento de demostrarle al mundo los avances deportivos que se vienen dando
en el país, que se forjaron y alcanzaron su punto máximo en los pasados juegos olímpicos
de Londres, y es por esto que el fútbol, que nos tiene con una sequia de 3
mundiales consecutivos sin asistir, debe demostrar si o si de inmediato porque
no es fortuna la buena presentación de nuestros jugadores alrededor del mundo,
porque la materia prima existe, la fuerza de un país a pesar de los golpes se
mantiene y todo el material y recurso técnico de una persona con experiencia
que como Pekerman está obligado a llevar al país al mundial.

Futbol más que un deporte es un sentimiento que acelera el corazón
y pone a prueba tu resistencia al sufrimiento y la tristeza pero también a la alegría,
en un país que pide a gritos menos violencia y más cultura (arte-deporte) y
educación  para el progreso y desarrollo
de nuestra patria Colombia que la queremos ver brillar desde lo alto, y en
especial en el futbol, un deporte con un condimento de pasión, unión y paz.


«Éste es un buen camino y
una gran posibilidad de exponer al mundo nuestros avances y de decir
rotundamente ¡ES POSIBLE LA PAZ!, a imagen y semejanza de cuando todo un país
apoya y empuja hacia el mismo lado y lucha por no desistir y frustrarse»