Desde hace varios meses se han venido gestando los proceso de paz en Colombia, de la mano de un presidente que actuando de manera racional, voluntaria y coherente le apostó de lleno a un proceso que busca acabar un conflicto de mas de 60 años que desbordó los limites de la mentira, el cinismo y la burla a toda una nación que se resiste a vivir por lo menos un día en paz, en todos los rincones de nuestro territorio.

Hace ya varias semanas, el presidente Juan Manuel Santos, presentó al mundo, incluso ante el recinto de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la hoja de ruta de lo que sería este proceso, que ya se inició con los acuerdos en la Habana de los puntos a discutir, continuó la segunda etapa con la instalación de la mesa de negociación formalmente en Oslo, Noruega donde la propaganda terrorista y la burla de este grupo guerrillero al mundo entero no se hizo esperar, exponiendo la ilusión de un mejor porvenir para Colombia que ellos mismos han frustrado durante décadas generando terror, miedo y violencia a lo largo y ancho del país, y hoy en día se dan las discusiones de los puntos acordados en La Habana, Cuba.

Como colombiano, apoyo con escepticismo y un puñado de ilusiones los diálogos de paz que se vienen gestando, aunque se pusieron sobre la mesa 5 aspectos básicos que convergen alrededor de la guerra (política de desarrollo agrario integral, participación política, fin del conflicto, narcotráfico y reparación) a pesar de intentar el grupo guerrillero expresar su opinión sobre todo lo que acontece en los principales recintos del poder del país, como la Casa de Nariño y el Congreso de la República, como el último rechazo que manifestaron al fuero militar recientemente aprobado.

Es claro que el principal punto donde va a existir polémica en la mesa de negociación es el tema del narcotráfico, un negocio redondo para las arcas mafiosas de los guerrilleros y sus rutas por Venezuela, que se está convirtiendo en paso obligado para llevar la droga a Centroamérica y el Caribe, y de ahí a Estados Unidos.

Es bien visto que la vía militar para derrotar a las FARC ha cumplido parcialmente su ciclo y se ha demostrado que resulta, prácticamente, imposible acabar o judicializar a los guerrilleros en medio del conflicto armado, por cuanto se convierte en un circulo vicioso en el que la Fuerza Pública, la población civil, los indígenas y los campesinos resultan ser los mas afectados con la guerra, que pretende ser el único camino para los ultraderechistas, conducidos por el principal enemigo de la paz, el señor Álvaro Uribe Vélez, que tuvo 8 años para derrotar a las guerrillas pero terminó arrinconándolas generando otro tipo de fuerzas oscuras al margen de la ley como lo son las Bandas Criminales, que resultan ser uno de los principales objetivos a derrotar, principalmente en departamentos como Montería, Antioquia, Sucre, Bolívar, en donde se concentra el mayor poder de estos delincuentes.

 

 

Realmente usted considera que puede haber paz en Colombia, si en medio de esta sociedad:

– Somos el segundo país más desigual del continente y el séptimo del mundo.

– Contamos con un vergonzoso sistema de salud donde resulta ser más saludable estar en un cementerio o fosa común que en un hospital.

– El sistema educativo actual está previsto para formar más obreros y menos empresarios, en un país que cada día lee menos y se interesa menos por la educación y cultura ciudadana.

– Estamos representados por un verdadero zoológico, porque algunos congresistas son excelentes representantes de micos, ratas, gatos y leones porque saben cuando ser vivos, en que momento tomar prestado el erario a escondidas, saben cuando sacar las garras y el momento exacto para mostrar los dientes, y mas cuando la corrupción y los intereses anónimos y mentirosos legislan y reformar a beneplácito del gobierno y de vez en cuando de la población.

– Los medios de comunicación, en especial la televisión, contribuyen con sus programas a embrutecer al pueblo, para el cual pareciera que las limosnas del gobierno y el circo les bastaran para subsistir.

– En un país donde los temas generan polarización de inmediato en redes sociales y medios, porque vaya que es difícil poner de acuerdo a más del 70% de los colombianos que son expertos en manifestaciones por Facebook y Twitter.

– Y como no referirme a los partidos políticos, que con sus deseos de poder, manifestaciones hipócritas a favor del gobierno y prácticas clientelistas le demuestran a Colombia que para ellos el pueblo les importa un centavo.

Es acaso las FARC el principal problema que tiene el país actualmente, cuando las bandas criminales emergentes, provenientes de las Autodefensas y grupos guerrilleros y delincuenciales, demuestran su poder en varias zonas del país con paros armados, masacres, extorsiones, despojos de tierras, entre otros males que a su vez se ven representados en las comunas populares de las principales ciudades del país, como el caso de Medellín en donde persisten en muchas partes, las vacunas, las fronteras invisibles, los homicidios, los robos, entre otras problemáticas.

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