El anuncio
de HABEMUS PAPAM no se hizo esperar por mas días, terminó la incertidumbre, la
ansiedad, las apuestas y la mirada plena hacia una chimenea que es la encargada
de mostrar al mundo la decisión en el cónclave que el día de hoy a la 1:07 pm,
el humo blanco de la fumata y el sonido de las campanas anunciaban el inicio de
un nuevo camino marcado por la crisis, la división y el creciente escepticismo
mundial.
Jorge
Mario Bergoglio de 76 años, el elegido por Dios para guiar los hilos de la
Santa Iglesia Católica demostrando en su primera salida ante el mundo, gestos
de humildad, sencillez, bondad, carismático y mediático, partiendo por la elección
del nombre «Francisco» que nos recuerda principalmente a San Francisco de Asís,
como un hombre con espíritu de pobreza y desprendimiento.
Por lo
anterior, el mensaje de la Iglesia Católica es contundente: la importancia de Latinoamérica para el mundo en tiempos de crisis en Europa y Estados Unidos,
y el reto que asume el papa argentino de luchar por la justicia social,
principalmente, en un continente latino donde la pobreza, la desigualdad y el
poder arrogante y dominador son característica esencial.
Contra
todos los pronósticos, Latinoamérica tiene por primera vez en la historia un
papa, justo cuando sonaba el cardenal italiano Angelo Scola como gran favorito
en medio de la mayoría de cardenales europeos que le apostaron mayoritariamente
a un papa argentino para enfrentar la crisis actual en la iglesia.
Con
un mensaje de renovación, esperanza y humildad, la iglesia le expone al mundo
credenciales de que puede haber un mejor porvenir donde la justicia social sea
el eje de transformación de los pueblos.
Tomado de noticias.pe.msn.com
Inicia
el reto, llegó la hora de la Iglesia Católica que debe enviar un mensaje
decisivo a las nuevas generaciones a través de la evangelización a la niñez y
la juventud, mayor asistencia social, sanciones severas contra la pederastia, impacto mediático, mensaje constante de
esperanza, amor y paz y lucha frontal y decisiva contra manifestaciones de guerra,
odio, prepotencia, dominación, capitalismo y comunismo salvaje
«El amor, la fe y la esperanza son los elementos de
evangelización esenciales para generar en el mundo un nuevo despertar, en donde
no prime la guerra, el dinero y el odio por encima de la dignidad humana y la
vida»