Debate, criticas, editoriales y un sin número de noticias
ha despertado la elección del Gran Colombiano que se llevó a cabo a través del
canal History Channel, en donde la mezcla política y periodística se ha puesto
de nuevo de presente generando polarización (Véase: Crítica polarización en Colombia: Uribista – Santista) y fuertes planteamientos a la
ciudadanía por cuenta de los resultados finales.
Es claro, que no se trata de descalificar los
mismos ni, menos, el canal que emitió el programa, pues al fin y al cabo fue un
resultado generado por votaciones a través de internet, pero concebido
fundamentalmente por las siguientes circunstancias:
– En la última década el colombiano mas mediático que ha
tenido el país se llama Álvaro Uribe Vélez, que a través de la televisión, la
radio, los periódicos y las redes sociales ha transmitido un mensaje claro y
contundente a la población, llamado «seguridad democrática».
– El país considera que el conflicto armado interno ha sido el
principal problema durante décadas y que ha generado graves dificultades
estatales y sociales y encontrar una persona empedernida en acabar con ellas,
son muestras del creciente mesianismo político.
– El líder colombiano actual vivo mas importante que
tiene el país se llama Álvaro Uribe Vélez.
– Colombia actualmente se mantiene bajo una crítica polarización
que será protagonista en las próximas elecciones, a partir de la imagen de Uribe y Santos.
– Han pasado casi 3 años desde que Uribe dejó el poder, y
recordemos que en Colombia la justicia llega después de 20 o 30 años, así que
la sombra inocente del ex presidente seguirá perdurando por muchos años, aunque
a sus «espaldas» hayan pasado de toda clase de escándalos que el país apenas
empieza a conocer.
– En Colombia la representación política tiene mayor trascendencia
en los medios que lo hecho por un científico, académico, escritor o artista, contrario
a lo ocurrido con los deportistas que han sido protagonistas de la historia
reciente del país y han ocupado grandes espacios en los medios, pero el pueblo
entiende que son alegrías transitorias que en nada modifican la realidad del
país, aunque tal vez ayuden para liderar el ranking de ser el país más feliz
del mundo que tanto enorgullece a este pueblo paquidérmico e ignorante.
– La mayoría de colombianos no conocen su historia y tan
solo alcanzan a identificar a unos cuantos líderes nacionales del presente y de siglos pasados.
Lo anterior como consecuencia de una ciudadanía que ha fracasado
en reiteradas oportunidades y que ha sido manipulada y conducida por unos
cuantos sujetos que a través de intereses personales han corrompido las instituciones
públicas y han generado caos en diversos aspectos nacionales como la cultura,
la educación, la salud, la infraestructura, la seguridad, la economía, el
empleo, entre muchos otros, que no han sido objeto de cambios sino de
paliativos transitorios irrisorios.
Un pueblo que comprende la guerra como un estado social
inherente a todos aquellos que convivimos en este territorio y del cual no solo
se lucra la guerrilla a través del narcotráfico, sino los políticos para seguir
manipulando el pueblo, los periodistas que defienden su labor a partir de la
parafernalia guerrerista, además aparecen economistas, banqueros, administradores,
publicistas, guerrilleros, negociadores, empresarios, abogados, ingenieros,
entre muchos otros que comprenden la guerra como su principal motor productivo
para subsistir y desarrollar su profesión.
Tal vez las grandes marchas de los
indignados, que están presente alrededor del mundo, no se van a tomar por ahora
las calles de las grandes ciudades del país y el campo, porque el 30.30% que
votó por elegir al Gran Colombiano «Álvaro Uribe Vélez» y muchos otros
colombianos que no votaron pero son afines a los principios uribistas, están a
gusto con lo siguiente:
– Es más importante hacer la guerra que emprender una
gran revolución social que involucre los diferentes estratos económicos.
– Servicios de salud que comprenden al paciente como una
mercancía y las EPS como una mina de oro para desviar recursos.
– Educación para muchos pero calidad mínima, que conlleva a expresar lo siguiente: «muchos profesionales de garaje, y pocos líderes
preparados para grandes retos».
– No importa la pésima malla vial en las grandes urbes y
en el campo, pues al fin y al cabo, la fuerza pública brinda seguridad.
– La inversión extranjera es el motor de desarrollo económico, independientemente de las afectaciones generadas en la producción interna y la competencia desleal que se puede generar.
– La pobreza y el desempleo socavan las familias, pero la
felicidad embarga cuando dan de baja a un guerrillero.
– La corrupción, la concentración de poder y las disputas
verbales políticas son esenciales para gobernar, pues al fin y al cabo, mano
dura y corazón firme.
– Impunidad, incertidumbres jurídicas y vacíos legales
deben permanecer para mantener los anhelos mesiánicos del gran salvador.
En Colombia los grandes protagonistas del progreso y desarrollo del país han sido los escritores, artistas, científicos, pintores, deportistas y humoristas principalmente, quienes se han encargado de mostrar la mejor cara del país, mientras que los políticos en su mayoría han generado violencia, caos, división, corrupción, mentiras y falsas ilusiones que hoy se siguen evidenciando en plaza publica y hasta en los mismos puestos políticos; por lo anterior, es acaso Álvaro Uribe Vélez la mejor cara de Colombia….. que vergüenza
¿Acaso alguien identifica o, por lo menos, recuerda lo
hecho por Rafael Nuñez, Francisco de Paula Santander, Luis Carlos Galán,
Policarpa Salavarrieta, Antonio Nariño, Simón Bolívar, Jorge Eliecer Gaitán,
Manuel Elkin Patarroyo, Gabriel García Márquez o Jaime Garzón?
Un país que no recuerda su historia está condenado a
repetirla
¡¡¡¡¡ Como Estado somos tan solo publicidad, como ciudadanía
un simple fracaso, como gobierno solo anuncios y nada más que ilusiones y como
territorio un mar de virtudes y una laguna de grandes decepciones !!!!!
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