Como si fuera poco el poder presidencial recargado que tiene en Venezuela el presidente Nicolás Maduro, legítimo para mitad de la población e ilegitimo para la otra mitad, a ello se le suma la manipulación y politización de las ramas del poder judicial y legislativa, en un país donde la polarización en cada rincón del territorio es latente, marcada no solo por arengas o protestas a favor o en contra del régimen sino de gravísimas represiones por parte de la fuerza pública y colectivos ciudadanos armados generados por el mismo gobierno, como es el caso de “La Piedrita” al oeste de Caracas, colectivos estos que son definidos por algunos como “grupos paramilitares de izquierda con el aval del gobierno, que no hace nada ante ellos”.

Más critico que un país donde el presidente coopta las fuerzas armadas, los medios de comunicación, la rama judicial y legislativa, no se hallan casos en el mundo, porque el poder despótico y dictatorial de Nicolás Maduro, ungido como el sucesor de Hugo Chávez, al fiel estilo de las monarquías, no tiene límites, al punto que la protección y salvaguarda de los derechos y garantías fundamentales se limita a cobijar a sus similares al interior del gobierno, sean familiares, esclavos del sistema político y económico o beneficiados de algún subsidio o ayuda estatal.

Tomado de elmundo.com.sv

Las protestas estudiantiles y la consecuente captura de Leopoldo López y la segura encarcelación por varios meses e incluso años, puede llegar a desatar una crisis sin precedentes en el continente en lo que va corrido del siglo XXI, porque resulta estadísticamente normal, dentro de los parámetros sociales de América Latina, que los índices de pobreza, desempleo e inseguridad sean alarmantes y críticos, pero cuando ni siquiera las necesidades básicas o primarias pueden ser suplidas y no se garantiza por lo menos la vida y la libertad, hay algo que no debe estar funcionando al interior del gobierno.

Después de años de protestas y un despertar ciudadano mundial que exige a los líderes mundiales inclusión, desarrollo y progreso para los pueblos, son pocos los avances que se han alcanzado en el mundo, lamentablemente, a causa de la ambición de poder de las diferentes fracciones políticas en los países, que siempre sueñan con estar en el poder para hacer, pero fuera de él, se ahogan en críticas e insultos nada mas…

Índices y estadísticas claras en Venezuela son difíciles de encontrar, pero promediando fuentes oficiales del gobierno socialista y fuentes externas, la inflación el año pasado alcanzó un porcentaje cercano al 56% (Banco Central de Venezuela y CEPAL), el desempleo es aproximadamente del 7.8% (CEPAL), por encima del promedio de la región, los índices de pobreza rondan el 24% (CEPAL) y hoy por hoy es uno de los países mas inseguros y violentos del mundo con récord histórico de 24.763 muertes violentas en 2013 (Observatorio venezolano de violencia), pero contrastando con esto, los indicadores de desigualdad resaltan en un país que pareciera querer igualar por lo bajo a todos sus ciudadanos, expropiando a dedo empresas y terrenos con el propósito de supuestamente beneficiar a la sociedad o, tal vez, a los chavistas de sentimiento al interior al gobierno, al mejor estilo cubano.

Así mismo, se destacan avances en la inversión social que durante el gobierno de Chávez se han invertido a tal aspecto cerca de 400 mil millones de dólares.

Tal vez las elecciones populares, aparentemente democráticas pero abiertamente manipuladas por el gobierno, no son el camino para sacar del poder al representante del socialismo del siglo XXI, y es precisamente la protesta y un hipotético golpe de estado, estrategias radicales, pero en ciertos casos necesarias para recomponer el camino de un país y estructurar un Estado, que sin ramas de poder independientes, se ha convertido en el terreno dominado por un dictador continuista agitador de masas y violento en su accionar.

Y aunque los embajadores, ministros, diputados y personas cercanas al gobierno pintan una Venezuela que no ha existido ni existe y adoctrinan en los medios de comunicación como si todos fueran seguidores en masa sin conciencia del chavismo, muchos países del mundo, principalmente Estados Unidos y los Estados latinoamericanos conocen la realidad del pueblo venezolano y sus problemáticas.

Pero es precisamente la indiferencia, el miedo y la complicidad política o económica, la que debe generar más dolor en el pueblo venezolano, al ver como la mayoría de países, organizaciones mundiales y entidades supranacionales continentales acuden al silencio hipócrita y solapado para no dar importancia de la grave crisis del país vecino.

Tal vez el petróleo, los maletines cargados de petrodólares en época de elecciones y las dotaciones armamentistas a ciertos países valen más que los derechos y garantías de millones de venezolanos que simplemente piden no dejarlos solos en su lucha que apenas comienza…

¡Llegará el momento en que esos que alguna vez gozaron por años del asistencialismo social por parte del Estado, ya no cuenten con el apoyo de este y el hambre empiece a golpear de tal manera en sus hogares, que la revolución ya no sea de una fracción de un pueblo sino de todos unidos por el mismo ideal!

FORO DE OPINIÓN

¿Que opinión le merece lo expresado por Enrique Capriles quien denuncia que se está gestando un «autogolpe» contra el presidente Nicolás Maduro, que terminaría beneficiando a Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional?

Véase: http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/crisis-en-venezuela-capriles-dice-que-hay-un-autogolpe_13532278-4

Tomado de diarioelamanecer.com

SÍGUEME EN TWITTER: @juanma_0423: CLIC AQUÍ

http://blogs.eltiempo.com/diagnostico-global/