Fabián Salazar Guerrero PhD. Doctor en Teología. Asesor Espiritual.

Estos días de permanencia en el hogar nos dan la oportunidad de estar con nosotros mismos, de encontrar espacios para nuestro crecimiento y de compartir con otros nuestra existencia.

A continuación, comparto la propuesta de algunos ejercicios que pueden ayudarnos para mantenernos en forma espiritualmente.

Ejercicios para la Mente

– Hacer cambios de lugar de las cosas y darles un nuevo orden. Esto nos permitirá, por ejemplo, sacar aquello que ya no utilizamos.
– Revisar nuestra biblioteca y de nuevo volver a leer ese libro que nos gustó. De igual manera se puede aprovechar la enorme oferta de libros digitales.
– Buscar espacio para disfrutar del Silencio. Destinar un momento para vivir el silencio fuera el ruido de los aparatos, permitirá un hermoso encuentro consigo mismo.
– Tener un tiempo de oración y meditación. Al comienzo de la mañana se puede aprovechar para dar calma a la mente y en las noches para dar gracias. Destinemos también nuestras oraciones por toda la humanidad.
– Limpiar y ordenar la habitación con dedicación y cuidado. El poner orden nuestra habitación puede convertirla en un espacio de recogimiento y de tranquilidad.
– Ver películas o series que sirvan de inspiración. Existe en redes sociales una amplia gama de videos de superación, meditación dirigida y tutoriales muy valiosos.
– Estar atentos de los bellos detalles que rodean. Es el ejercicio de estar viviendo en tiempo presente y sentir a plenitud todos los regalos que tenemos en nuestro entorno.

Ejercicios para el corazón

– Saludar con afecto a nuestros seres queridos y si están lejos, llamarlos para sorprenderlos. Este el momento para amar con gentileza, paciencia y ternura.
– Regalar sonrisas a quienes nos rodean. En medio de las situaciones de tensión las sonrisas y el buen humor son un buen aliciente para calmar los conflictos.
– Llamar o videollamar a un amigo que hace rato no se contacta para preguntarle cómo se encuentra. Que maravilloso es recordarles a los amigos que son valiosos, que los queremos y que sepan que estamos para ellos.
– Dedicar un tiempo para cocinar para los demás con todo cariño. Sea para sí mismo o para servir a los otros, el alimento es una forma maravillosa de comunión, de compartir y de disfrutar. De igual forma una oportunidad de agradecer por la comida en la mesa y por las personas que hicieron posible que llegara.
– Disfrutar de una agradable conversación con los seres queridos. Todos tenemos mucho que aportar en experiencias, anécdotas, consejos y enseñanzas. Que sea un privilegio, escuchar con calma a nuestros abuelos y abuelas.
– Decir a los seres queridos que los amamos. Es hoy el momento de expresar todo el cariño, amor y dulzura. Es también la ocasión para perdonar de corazón y encontrar la reconciliación con quienes tenemos rencores o heridas.
– Revisar de nuevo las fotos de nuestro celular y alegrarnos por esos bellos momentos capturados en esas imágenes.

Ejercicios para la vida cotidiana

– Abrir los ojos y sentir con alegría que estamos nuevamente vivos.
– Sentir esa ducha reconfortante que acaricia nuestra piel y nos despierta.
– Jugar, jugar y jugar, buscando nuevas formas de divertirnos.
– Reír, reír y reír aún de sí mismo.
– Hacer un oficio de la casa mientras se coloca música, se canta y hasta se baila.
– Agradecer por cada parte de mi cuerpo y hacer ejercicio o estiramientos.
– Respirar con calma y disfrutar del aire como regalo.
– Respetar los sentimientos expresados por los demás.
– Usar con moderación el agua y la energía.
– Ser respetuoso de los espacios y tiempos de quienes son acompañan.
– Tomar un merecido descanso y cambiar de actividad dentro de la casa.
– Realizar un trabajo manual o aprender una manualidad.
– Evitar ser parte de la cadena de noticias falsas en las redes sociales.
– Expresar nuestras inconformidades a tiempo para que no se acumulen.
– Estar atentos a síntomas de la enfermedad y evitar automedicarse.
– Mantener normas de seguridad dentro de casa. Prevenir riesgos en el hogar.
– Hidratarnos adecuadamente y alimentarse de manera saludable.
– Arreglarse, perfumarse y sentirse lleno de belleza.
– Permanecer responsablemente en casa.

Animo, sigamos adelante con la compañía de Dios y su ángeles. Saldremos adelante, y la vida nos dará la oportunidad de ser la mejor versión de nosotros mismos como humanidad.

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