Fabián Salazar Guerrero. PhD. Doctor en Teología. Asesor en Belleza Espiritual.
En algún momento de la vida miramos a nuestro alrededor y nos llenamos de desasosiego, y aunque los demás nos vean contentos y tengamos lo que “necesitamos”, se experimenta un sin sabor y un vacío existencial como si estuviéramos en el lugar equivocado.
Y a pesar de sentimos en esa incertidumbre, casi como una espina que nos mortifica, preferimos quedarnos quietos, ya sea por comodidad, por miedo al cambio, o simplemente porque aprendimos a soportar esa situación con distractores. Nos acostumbramos a nuestra zona de confort.
En esa situación de confort, irónicamente, nos enfermamos del cuerpo, pero aún más, nos enfermamos del corazón y de la mente. Y de manera callada nos llenamos de cansancio, de rencor, de resentimiento, de rabia, de desilusión, y finalmente nos sentirnos vulnerables y fracasados. Tenemos miedo de expresar ese descontento para evitar el qué dirán, para evadir que otros piensen que somos desagradecidos con la vida, para no tener que actuar, y por eso nos escondemos bajo un velo de disculpas y justificaciones para tratar de “engañarnos” a nosotros mismos.
Esta situación de confort nos lleva a vivir una serie de contradicciones:
– Buscamos la felicidad, y en cambio nos contentamos con pequeñas alegrías pasajeras e insignificantes triunfos vacíos.
– Queremos ser amados, y por otra parte nos dejamos atrapar en la manipulación, las falsas compañías y el aislamiento.
– Aspiramos una vida saludable, y mientras tanto permitimos intoxicarnos y maltratar el cuerpo y la mente.
– Deseamos la prosperidad, y a la vez nos encaminamos a una profunda pobreza afectiva, relacional y de imaginación.
– Ansiamos cultivar nuestra espiritualidad, y en su lugar nos dejamos atrapar por el materialismo efímero y los sueños desechables.
– Queremos una vida con sentido, y hacemos lo contrario al banalizar nuestro potencial de amar, de sentir y de disfrutar.
Si estas situaciones están en la vida es hora de reflexionar si ya es momento de hacer un cambio para dar el paso al abismo de la incertidumbre liberadora, para volver a las metas sin miedo a los juicios, para retomar aquello que le daba sentido a las luchas y sacrificios, para amar por el simple hecho de amar. Con sinceridad contéstate las siguientes 10 preguntas y saca tus propias conclusiones:
– ¿Eres realmente feliz?
– ¿Vives el sueño que tenías para tu vida?
– ¿Permaneces igual que hace cinco años?
– ¿Estás permanentemente cansado y de malgenio?
– ¿Sientes un miedo exagerado por el futuro?
– ¿Tienes algún pretexto que no te permite hacer cambios?
– ¿Sientes que vas para atrás en lugar de avanzar?
– ¿Te sientes insatisfecho con tu situación actual?
– ¿Te vives comparando con los demás?
– ¿Sabes que puedes hacer cambios y no tienes la fuerza para hacerlos?
Seguimos en contacto en:
Email: ciberteologosalazar@gmail.com
Youtube: Embellece tu vida fsalazarguerrero