La dinámica de la globalización exige que las diferentes empresas colombianas sean más competitivas y se adapten a los nuevos tiempos. Ya no sólo se trata de competir en un entorno local con la evidente llegada de nuevos actores provenientes de todas partes del mundo; sino también de arribar a nuevos destinos mediante la exportación, la inversión directa y demás estrategias expansivas.
En cuanto a la Inversión Extranjera Directa (IED) que llega a Colombia, es importante establecer unos estándares adecuados de protección al capital foráneo de modo que las diferentes compañías puedan realizar sus actividades, se genere empleo bien remunerado, se paguen los debidos impuestos y se cumpla con la responsabilidad social y ecológica a la que están obligadas. A la vez, dichos estándares deben procurar que no se viole la soberanía nacional, especialmente cuando se trata de sectores estratégicos de la economía.
La llegada de nuevas empresas a Colombia representa una oportunidad de crecimiento sin precedentes ya que la competencia hará que se ofrezcan mejores productos a menores precios. Esto también conlleva a la generación de empleo a la vez que se crearán nuevas estrategias de marketing encaminadas a cubrir los diferentes mercados y a satisfacer las necesidades y deseos de los consumidores.
No obstante, las compañías colombianas deben esforzarse por optimizar todos sus procesos empresariales, especialmente sus actividades en el área digital ya que de esta dependerá en gran parte su nivel de competitividad, el logro de sus metas comerciales y por tanto su participación en el mercado. Las empresas colombianas deben potencializar su presencia en internet como eje estratégico y profesionalizarla al máximo ya que de ello dependerá su futuro.
Pero los desafíos de la globalización no sólo implica la llegada de nuevos competidores al país, también conlleva a que las empresas nacionales implementen todos los procesos necesarios para exportar sus diferentes productos. En ese sentido, ya no sólo se debe contemplar el arribar a destinos tradicionales como EE.UU. y Europa sino abarcar otras partes del mundo. Una buena decisión sería potenciar las relaciones comerciales con el bloque de los BRICS; conformado por Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica así como incrementar el comercio con otros importantes bloques comerciales como Mercosur y la Alianza del Pacífico.
En cuanto a la inversión directa, las compañías de Colombia y de otros países de América Latina tienen una importante opción de incrementar sus utilidades al llegar a destinos en los cuales era muy difícil incursionar. Por ejemplo, la reciente crisis económica europea representó una oportunidad para adquirir algunas empresas de la competencia y así obtener mayor participación en el mercado. También fue una oportunidad para adquirir finca raíz a menor costo. A esto se suman otras tácticas expansivas como es la compra de cartera, de bonos soberanos y la participación accionaria en el exterior.
Y es que la economía colombiana es una de las que más crecimiento experimenta al ubicarse en los primeros lugares de distintos rankings globales. De hecho, no hace mucho Colombia fue considerada la tercera economía con mayor crecimiento del mundo después de China e Indonesia. Razón por la que habrá que triplicar esfuerzos para mejorar en otros aspectos como puede ser mediante la inversión en una infraestructura que optimice los procesos de logística y distribución, ya que paradójicamente es más costoso traer un conteiner de una ciudad costera hacia el interior del país que del exterior a un puerto nacional.
Aún así, gigantes de Wall Street como JPMorgan, Bank of America Merrill Lynch, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley estiman que Perú, Argentina y Colombia son los tres países de América Latina que más van a crecer en el 2017. En el primer caso, se trata de una ratificación de que sigue siendo el país más pujante de la región. En los otros dos, lo que se ve es un repunte después de años negativos. De acuerdo a los bancos estadounidenses, en el 2017 la economía colombiana podría experimentar un avance del 2,3% gracias a la manufactura y a la inversión en infraestructuras y a la reducción de las tasas de interés.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también considera que las economías de América Latina y el Caribe saldrán de la recesión en este 2017 y se expandirán 1,2% en 2017 y 2,1% el año siguiente. En el caso de Colombia, el organismo con sede en Washington destacó que el crecimiento se verá afianzado por el acuerdo de paz recientemente firmado y por una reforma tributaria que generará espacio para gastos en infraestructura y programas sociales.
Otro fenómeno que no se puede desconocer es que la economía de Estados Unidos y de Europa no tienen la hegemonía de antes. Algo que le ha dado mayor importancia a América Latina ya que hoy representa un oasis en medio de tanta incertidumbre por lo que ahora tiene mayor relevancia en el escenario internacional y es sinónimo de estabilidad, crecimiento y progreso. Estamos en un mundo multipolar en el que juegan nuevos actores, el reto de Colombia es aprovechar esta coyuntura para obtener un alto crecimiento económico y un desarrollo ecuánime.
Algunos países como Corea del Sur, Japón y Australia también conforman por sí mismos un mercado gigantesco para los productos colombianos y latinoamericanos. Igualmente, ciertos países del medio oriente como Catar y Emiratos Árabes Unidos han incrementado notoriamente las relaciones comerciales en la región. Pero es China y Rusia quienes más suspicacia despiertan pues de manera errónea sus actividades comerciales son consideradas como una amenaza cuando en realidad pueden representar una gran oportunidad.
Colombia no puede desconocer que hace parte de América Latina y América Latina no puede desconocer que hace parte del mundo. A su vez, el mundo no puede desconocer el poder que hoy tiene América Latina en el ámbito internacional. De allí la importancia de establecer políticas comunitarias que incentiven la inversión extranjera y que promuevan la exportación. Un escenario fascinante que toda la región deberá aprovechar al identificar las diferentes oportunidades comerciales que se presentan y aprovechar así los nuevos destinos para exportar e invertir a la vez que se fortalece el mercado interno.