Gladys ferro es una poeta innata desconocida en Colombia, de esas que escriben en silencio, de esas que nunca publican su obra. Por causalidad, en un espacio espontáneo de Twitter, se atrevió a declamar algunos de sus escritos y desde allí, quisimos ahondar en su trabajo.
Veamos algo de su antología:
Gladys Ferro,
Mujer, madre, abuela.
Que nació un 4 de agosto bajo un signo de fuego: Leo.
Que ha vivido cada uno de sus estados con la intensidad de su alma.
Que encontró en las letras la expresión de sus sentires.
Que cuando escribe le pide permiso a las palabras para poder expresarse.
Que cree que es la única forma de crear un verso o un cuento o narrar una historia
vivida o que vio vivir a personas de su entorno.
Que no sabe si lo hace bien,
pero que muchas personas se identifican con lo que escribe.
Que guarda cuadernos con tachones, algunos perdidos en el tiempo… o desechados y
tirados a la basura rotos.
Que aprendió que sólo mirando con los ojos del alma puede escribir.
Una mujer que quiso amar y no fue posible…
Autodidacta, buscadora de la verdad, buena lectora y melómana desde muy
niña.
Que hoy vive con la tranquilidad de haberse encontrado a sí misma, sin las prisas de
la juventud, pero con su fortaleza.
Amada, posiblemente odiada y que en su corazón sólo cabe amor y perdón después de
haber vivido por 72 años la historia de un país que quiere ver en paz.
Estos son algunos de sus poemas, algunos con título, otros no. Desconocemos su fechas de elaboración:
Después de regalar
Sus bellos colores y
Deliciosos aromas,
Sólo quedan las espinas.
La vida entrega
Flores algo más discretas,
Igual de hermosas,
No tan vistosas,
No tan efímeras,
Como la siempre viva…
La lluvia, dicen los dioses,
Que en su cantarina caída
Limpian las lágrimas y el alma,
O … ¿las lágrimas del alma?
Las ondas de agua
Arrastran tristezas y dolores
Y en su largo recorrido,
Todo lo lleva al inmenso mar,
Convertidas en gigante ola
Que besaran lejanas playas…
O-O-O
La luna
Desde mi ventana me has mirado
Guardando tu silencio cómplice,
De añoranzas y deseos,
Que en tus rayos viajan,
Hasta labios muy lejanos
Que tu besas con la
Ternura de los labios míos.
Si la luna contara
Lo que en silencio le he contado,
De mis largas noches sin soñar mis sueños,
De historias muchas,
De amores y soledades,
De alegrías y tristezas,
De desvelos infinitos,
Como su tenue luz
Cuando decide partir
A alumbrar otros sueños.
La luna observa
Con su fría luz
Los clamores de corazones solitarios,
Se alimenta de ellos
Para iluminar el bosque
En el que muchas veces perdemos el camino…
Y tus sus caminos,
Nos llevan a salir de él
Sin magias, sin hechizos.
El mar que se besa con el sol,
La luna,
el infinito,
Que se encabrita
Con tanta sal llorada,
Ese mar que espera
Con la tranquilidad de quien sabe esperar,
Que besa las playas
Con la ternura calma
O con el violento despertar de las pasiones.
Soy como en mar,
Profundo, misterioso, bello.
La soledad está en el aire…
Ya ni mis versos de nostalgia me consuelan
Y el silencio lo rompen
Mis suspiros de recuerdos,
Su silencio duele más
Que el silencio mío
Y prefiero callar…
Bello el recuerdo
De esa flama ardiendo
Que iluminó el camino
Que caminamos juntos.
No moriré por caminar
De nuevo sola,
Pero en camino andado,
De mi amorosa mano,
Siempre será tu
Más bello recuerdo.
O-O-O
Dudas porque temes
Llegar a desconocidos lugares de ti mismo.
Lugares que solo mis manos y mi boca
Conocen su existencia.
Al igual que islas,
En remotos lugares,
De exuberancia virgen,
Dispuestas a ofrecer
sus deliciosos frutos
Con manantiales dulces
Que en sus playas mueren
Exhaustas y sin prisas
Después de besar
Sus colinas y valles,
De caer en bulliciosas cascadas
Y retomar la calma
En silenciosos remansos.
No temas, no quiero conquistar ni poseer,
Solo descubrirte.
O-O-O
Callaste y te alejas
Cuando aún podías
Recoger pedazos.
Temiste decir un te quiero
Hoy con tu vida insatisfecha,
Regresas a pedir ese te quiero
Y vuelves a alejarte
por temor a escucharlo.
Eres cobarde y temes.
Te fuiste para huir,
No de mi sino de ti,
¿Qué buscabas?
¿Tu capacidad de amar?
Chocaste con tus propios
Muros,
No quisiste mirar
Que había tras de ellos
Y allí estaba yo,
Esperando sin exigencias
Y en silencio.
Si eras capaz de amar…
Pero partiste.
Hace frío…
y en la
Hoguera se desvanece el calor.
No intentes avivarla,
Temes encontrar
Ese amor desconocido
Que haga vibrar
Tu alma, tu cuerpo,
Que te enseñe a vivir
La intensidad del fuego.
O-O-O
Contar historias o escribir poemas
¿Acaso cada historia no está llena de versos?
De versos tristes,
De profundas emociones,
De amores no contados,
De pasiones muertas.
De besos que quedaron
En ansiosos labios
Que nunca se atrevieron
A decir te quiero.
De versos llenos de
Pasiones locas
Que dejaron escritos
Sus seres en una sola historia.
Yo soy tu historia,
Tu piel la cuenta,
Tu eres la mía,
Y mi piel es tuya,
Cuadernos con tachones
También son nuestra historia.
O-O-O
Caprichosos ojos
Que se niegan a soñar dormidos
Porque si duermen,
te alejas de mis sueños.
Despierta yo te sueño
Y eres en mis sueños mío.
Dormida no te sueño
Y te pierdo en mi abandono,
Solo dormiría si duermo entre tus brazos…
O-O-O
Con corcheas y silencios
Danzamos en el pentagrama azul
De recuerdos perdidos
En tiempos discordantes,
Pero en total armonía
Volando en nuestros sueños
En dulce sinfonía
De varios movimientos.
Prometí vivir de nuevo
En tus callados silencios
De palabras mudas
que jamás dijiste
Con las que hoy
Mi corazón palpita
Al ritmo acelerado
De nuestra frenética danza.
De recuerdos.
O-O-O
¿Cuántas veces hay que soñar para que sea real?
¿Cuántos te quiero?
¿Y cuántos te amo?
¿Son necesarios para convencerme?
¿Cuántos son ciertos y cuántos producto de nuestras soledades?
¿Cuántas veces ese grito
Murió ahogado en mi
garganta?
¿Por qué aferrarme a un sueño?
¿Cuántas veces como sueño se ha esfumado?
¿Cuántas veces por no soñar preferimos
Permanecer despiertos?
¿Pero tú sueñas despierta?
¿Es hermoso el laberinto de
Tus sueños?
¿Cuántas flores has deshojado
Buscando una respuesta?
Te encierras en el
Oscuro habitáculo
De tu soledad y tu tristeza.
Lo cuidas con empeño
Aún sabiendo el daño
Que te haces.
Congelas en fríos
Témpanos de hielo
Tus sueños, tus más ocultos deseos…
Levantas la mirada
y ves esa cálida luz y
Temes…
Temes los derrita
Y te ahogues en el
Turbulento río de tus sueños.
O-O-O
Paradójica es la vida,
Te regala las delicias del amor
Cuando quiere y desea.
Temprano, tarde, nunca sabe.
Solo dice es el
adecuado momento.
También te advierte que debes disfrutarlo al máximo
Porque al no tener espacio el tiempo,
puede ser muy corto,
También ese corto momento puede ser eterno.
Toda una vida llenando una pesada maleta de viaje
Con banales e intrascendentes cosas.
Y ante esa puerta para
Todos abierta,
Esa maleta no cabe
Y el cúmulo de sus miserias
Queda para quienes atrás vienen
Y rebusquen lo que también meterán en sus
maletas.
Cosas tan inservibles como lo fueron para quien fue obligado a deshacerse de ellas.
O-O-O
Cada letra escrita
Es una pincelada de mi alma
Desnuda y sin temor
Y sin sentir vergüenza.
Es pura, es sencilla, es ella.
Su luz brilla en colores firmes,
Rojos vibrantes de escondidas pasiones,
Azules intensos de
Infinitos perdidos,
Verdes marchitos
De muertas ilusiones,
Amarillos llenos de luz
Que renacen cada día…
Arco iris que nace y muere
Al final de la lluvia
En la paleta del pintor
Que busca dibujar
Lo que tus letras pintan
Y al unísono expresan
Lo que su alma siente.