Explicar porqué las dietas no funcionan a alguien que ha hecho dieta compulsivamente toda su vida se percibe como una traición, algo así como quitarle el piso a alguien que depositó su confianza en la restricción de calorías para bajar de peso. Pero si lo comprenden bien, es también un alivio.

En términos generales lo que explico es que el cuerpo tiene un medidor interno de cuanto debería pesar. Este punto de referencia lo controla el hipotálamo, y la persona puede oscilar hacia arriba o hacia abajo unos 5 o 7 kilos. Moverse mas allá de eso, es mas difícil y es interpretado por el cuerpo como una señal de alerta. Si restringimos nuestras calorías demasiado, nuestro cuerpo, que fue diseñado primordialmente para sostener la vida, cree que estamos en hambruna. Recuerden que el hombre primitivo no tenía tiendas repletas de paquetes y comida chatarra a su disposición. El hombre primitivo vivía momentos de tremenda escasez en donde su vida corría una amenaza real. Nuestro maravilloso cuerpo supo interpretar las señales de la hambruna y reaccionó magistralmente al almacenar más grasa en las células, ralentizar el metabolismo e incrementar el hambre.

En este punto, las intenciones frente al espejo, la voluntad o el deseo no son suficientes para pelear contra un mecanismo que ha ganado su lugar en la supervivencia del hombre por miles de años. Nuestro cuerpo no sabe que tu crees que estas gorda y no cabes en tu vestido, el solo sabe que la vida se protege y para eso debe reaccionar de maneras predeterminadas.

A mis clientas les hablo de estos temas porque quiero que entiendan que su fallidas luchas contra las dietas no son un reflejo de poca voluntad. Mas bien, son un reflejo de que han incurrido en un comportamiento llamado al fracaso, las dietas. Las animo para que sean valientes y dejen de lado su fe desesperada en las dietas y mas bien trabajen de la mano con los llamados de su cuerpo, su precioso cuerpo, que no ha olvidado ni una sola pulsación desde su nacimiento.

www.francamaravilla.wordpress.com
@camilasernah