En mis consultas de nutrición, me gusta hablar sobre el concepto de balance. La comida es una pieza integral de la salud, pero la verdadera salud es un terreno mucho más amplio y profundo dentro de la realidad de una persona. La idea de balance se vende y se utiliza muy superficialmente en los medios, se ha desdibujado su real valor y significado. El elusivo balance es, a mi manera de ver, la clave para la salud. Hace poco leí un comentario de una mujer maravillosa que escribió en su blog una observación muy acertada, hay lugar para todo en este mundo, decía. Estoy de acuerdo, en la vida hay espacio para todo, y es saludable saber darle importancia a cada cosa. Tus almuerzos donde tu familia, pasear al perro, una charla con un amigo y tus reuniones de trabajo, cada momento merece tu atención y cuidado, que estés presente para luego poder darle espacio a otra cosa. Así tu vida será amplia y fluida, un eterno presente.
Tenemos una tendencia a movernos demasiado hacia los extremos. Me encanta la analogía del péndulo, en el sereno centro habita el balance, hacia los lados, estamos peligrosamente moviéndonos en los extremos. Si nos movemos mucho hacia un solo lado, se necesita mucha energía para volver al centro, el péndulo debe oscilar hacia el lado opuesto para poder nivelarse. Por ejemplo, si no cuidamos nuestra alimentación por mucho tiempo y nos dedicamos a la comida chatarra, nuestro cuerpo engordará y nuestra salud se deteriorará. Para poder volver a la salud, tendremos que hacer un mayor esfuerzo, proporcional a que tanto subió el péndulo al permitimos visitar al extremo. Así como nuestro cuerpo regula su balance natural o homeostasis a la perfección, nosotros anhelamos el balance de nuestra vida con pasión oculta.
Suena sencillo, pero vivir en balance es un sutil arte que requiere presencia. Y pocas veces estamos presentes a la vida tal cual como va llegando. Cuando hablo de nutrición, hablo también de balance porque es difícil tener hábitos alimenticios sanos si constantemente estamos oscilando de un extremo a otro en otras áreas de nuestra vida. Si tenemos una relación obsesiva con el trabajo o si nuestro matrimonio viene quebrado por años, la relación con la comida es un área susceptible de verse afectada. El alimento nutre nuestro cuerpo y alma, cada bocado es una declaración de como estamos con nosotros mismos.
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