A veces siento que la palabra bienestar es utilizada en los medios de manera ligera, se vende como un producto que promete paraísos al alcance de nuestro bolsillo. La industria del bienestar, que crece a pasos agigantados, comprende también los productos para bajar de peso y cambiar tu aspecto, cremas para borrar arrugas, inyecciones para estirar la piel. Me pregunto si esa carrera sin fin tiene realmente que ver con el “estar bien”. Todos buscamos el anhelado bienestar, el elusivo balance, pero no creo que todos comprendamos en que consiste realmente vivir en bienestar.
Vivir la plenitud del bienestar no tiene nada que ver con el placer, ni con estar libre de preocupaciones, ajenos al paso del tiempo o a las turbulencias de la vida. No existe la píldora mágica que rápidamente cure tus heridas, alivie tu ansiedad y te eleve a un estado de eterno verano. Si este fuera el caso, como humanos, perderíamos mucho mas de lo que ganaríamos. Para llegar a un nivel mas profundo de paz, debemos aprender a afrontar la guerra interna, mirar de frente la oscuridad y atravesarla. Y es teniendo el coraje de recorrer ese oscuro sendero, lleno de incertidumbre y malestar, que encontramos el bienestar. Hay circunstancias de la vida que pueden parecer retadoras, inclusive invivibles. Pero tengamos conciencia sobre el poder de nuestra reacción sobre los acontecimientos de la vida. Si comprendemos que tenemos el poder para elegir nuestra conducta, no seremos esclavos de nada ni de nadie. No nos confundamos, ese es el camino espiritual, no es otra cosa sino hacer las paces con nuestra humanidad. La espiritualidad no necesita de grandes inversiones, viajes, cantos, adornos. La espiritualidad es lo que somos, y si miramos de cerca, veremos que algo tan sencillo como respirar puede verse como un acto de gran divinidad.
Invito a todos los lectores a visitar la iniciativa de la fundación Conexión Bienestar, un lugar que tiene como propósito difundir herramientas de sanación para que muchos puedan acceder a la vida plena. El bienestar es posible, todos podemos acceder a una vida vital, solo necesitamos las herramientas adecuadas y el deseo de cambiar.
http://conexionbienestar.com