A veces cuando tengo discusiones con mi esposo, hablamos desde aspectos de nuestras personalidades que jamás podrán ponerse de acuerdo. Afortunadamente logramos identificar cuando caemos en esta trampa y le decimos por su nombre. A esta atroz forma de diálogo descompuesto, le llamamos  conversaciones entre una consentida y un decadente. La parte de mi que llama al capricho y al confort se encuentra con una parte de él que puede tornarse rígida y acercarse a un estoicismo sufriente. Esos dos personajes se encuentran y no hay estrategia en resolución de conflictos que valga para que encontremos un punto medio. Lo único que podemos hacer es dar un paso atrás y reconocer que ninguno de los dos es realmente esa voz que jala para un lado o para el otro. Damos un paso atrás y por un instante nos atrevemos a contemplar otra realidad, a priorizar nuestras metas a largo plazo. No es fácil quitarle el micrófono a la emoción desbordada que quiere tener la razón, al ego que tan hábilmente nos ha convencido de que es imperativo lograr lo que anhela. No es fácil, pero es mas difícil vivir de la otra manera, jalándose hasta desgarrarse, sumergidos en los deseos de nuestras partes heridas.

Una relación es un vehículo de crecimiento, si no es así, una oportunidad se está perdiendo. Ya sea que estemos tomando la decisión de fortalecer una relación, de iniciarla o dejarla, tenemos ante nosotros un gran espejo. Una oportunidad de conocernos e identificar donde están los puntos flojos, los cuales son fáciles de distinguir porque son aquellos que más nos incomodan.

El matrimonio no es fácil. El matrimonio es para valientes, sin duda. Es un cotidiano encuentro con la realidad más desnuda, una realidad que evitamos por la inconveniente incomodidad que representa para los deseos de la mente. Un matrimonio se construye porque es un trabajo diario en uno mismo, de manera que lo que veamos reflejado en el otro sea nuestra expresión mas autentica, la firma autentificada del alma. ¿Cuando llegaremos ahí? No se, tal vez nunca. No importa. Como todo el la vida, lo importante es el recorrido.

Coach de Nutrición
Integrative Nutrition