A nosotros, los humanos, a veces nos cuesta pensar a largo plazo cuando la meta se encuentra en el futuro, es difícil hacer un esfuerzo hoy y tomar decisiones deliberadas hacia un objetivo futuro, es decir, nos gustan los resultados inmediatos. En el tema de la salud es igual, reaccionamos ante la enfermedad cuando toca nuestras puertas, cuando el malestar es real ahora, pero poco pensamos en prevenir cuando estamos sanos y nuestro cuerpo responde como queremos. La mejor manera de prevenir es revisar nuestro estilo de vida, con todo lo que este incluye. Por ocupados que creamos estar, siempre hay cambios que podemos hacer que tendrán un gran impacto en nuestra salud a futuro. Aunque todos somos distintos, mencionaré algunos factores que independiente de tu situación y lugar en el mundo, te afectan en tu condición humana.

Primero, quiero que te preguntes si estás descansado lo suficiente. Esta respuesta es sencilla de responder, solo mide tus niveles de vitalidad y energía en el día. Y no hablo de la repentina oleada estimulante después de un cafe. Hablo de claridad mental, vitalidad en el cuerpo, capacidad para llevar a cabo tu día con dinamismo. Reflexiona sobre la importancia de darle a tu cuerpo el descanso que merece. Durante la noche, tu cuerpo hace labores de vital importancia, principalmente, síntesis de proteínas, reparación de tejidos y células y crecimiento de músculos. Tu sistema se relaja, tus emociones se regulan, te alistas para la jornada que se avecina.

Por otro lado, quiero hablar de la nutrición. ¿ Cómo te estás alimentando? Es común oír que debemos consumir cinco raciones de verduras y dos de frutas. Aunque esta es una medida útil para muchos como marco de referencia, a veces puede imponerse como una tarea aburrida, la cual cumplimos por obligación. Mirémoslo desde otro ángulo: las frutas y las verduras tienen colores maravillosos, y en los colores están los nutrientes. Nuestro plato, en cada sentada al a mesa, debe incluir una variedad de colores y texturas, de esta manera no pensamos en las raciones, sino que vamos directamente a la fuente de la vitalidad en los alimentos. Podemos incluir nueces, semillas, aromáticas y especies, y de esta manera, la nutrición se torna una fantástica oportunidad de conectarnos con nuestra sensibilidad creativa.

Otra pregunta muy importante es nuestro nivel de actividad física. Hay muchos tipos de ejercicio, el que elijamos nos ayudará a desintoxicar nuestro cuerpo, fortalecer los músculos y huesos, optimizar la digestión y manejar el estrés.

Es precisamente el manejo del estrés la ultima pregunta que quisiera hacer. El estrés crónico tiene efectos negativos en nuestro sistema. Nuestro cuerpo está diseñado para soportar el estrés que surge como reacción a un peligro. Este tipo de estrés pasa cuando el peligo ha pasado. El problema es que parece que vivimos en una sociedad en la que vivimos en constante alerta, nuestra percepción de peligro no mengua. Casi nunca estamos en riesgo real, pero nuestra mente vive diciéndonos historias de amenaza, las cuales creemos sin debatirlas. Pareciera que nuestra neurótica mente dictara la realidad, y no hay nada mas lejano de la realidad. El estrés puede debilitar nuestro sistema inmune y hacernos más vulnerables a la enfermedad. El estrés nos lleva al agotamiento físico y mental. Hay muchas maneras de darle un manejo a esta situación, todas requieren de constancia, pero valdrá la pena aprender a vivir más conscientemente en nuestra cotidianidad.

Wellness Coach
Institute for Integrative Nutrition