esde hace unas semanas estoy en un interesante experimento que modifica mi dieta de manera fuerte. Una dieta libre de gluten y lácteos. Todo empezó porque al parecer podía tener un problema de malabsorción intestinal. ¿Qué quiere decir esto? Cuando comemos, la comida se procesa en el tracto digestivo para hacerla más pequeña, romperla en moléculas que nuestro cuerpo pueda absorber. Este proceso inicia en la boca, cuando masticamos y continúa gracias al orquestado trabajo de órganos, enzimas, ácidos, bacterias, etc.

Si bien es cierto que el gluten es ahora parte de una nueva moda del bienestar y pocos saben lo que significa, el gluten y los lácteos son moléculas que pueden presentar problemas al digerirse. El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno. La avena puede también contener trazas de gluten. Esta proteína es un agente gelificante y emulgente, muy apreciada en la panadería por dar esa característica suavidad y elasticidad a las masas. Precisamente por su naturaleza pegajosa, en el intestino puede formar una masa que se une a otras moléculas de comida y obstaculiza la absorción de nutrientes. Lo óptimo sería poder consumir gluten sin problema, y mucha gente puede hacerlo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que los problemas digestivos están al alza y el gluten si es una proteína difícil de digerir.

Por otro lado la lactosa es el azúcar de la leche e idealmente debe ser digerida por la enzima lactasa. Si no tenemos suficiente lactasa, esa azúcar pasa sin digerir al colon donde las bacterias la fermentan y se generan gases y otro tipo de molestias digestivas.

Volviendo a mi experimento, al oír que debía desterrar temporalmente esos dos elementos de la dieta, sentí un poco de preocupación. Es normal sentirse abrumado cuando algo tan cotidiano es repentinamente eliminado de la vida. Sobretodo me generó ansiedad el tema del gluten. Los lácteos los considero más fáciles de eliminar, después de todo, me gustan las leches vegetales y además creo que nadie necesita consumir lácteos para ser saludable si tiene una dieta balanceada.

Es un reto social en el sentido de que a la gente siempre le llamará la atención porque uno no esta comiendo lo considerado normal, es decir, nada de pan, de galletas o ponqué. Comer es un asunto social y muchas veces terminamos cediendo ante la presión de lo que comúnmente se come en nuestras familias o con nuestros amigos. Es un reto mantenerse firme y cordialmente decir no. Podemos explicar, la verdad, también me he dado cuenta que al explicarlo, mucha gente dice que le gustaría hacerlo también.

Los días han transcurrido con calma, me ha llamado la atención el aumento del hambre. Sin haberlo decidido conscientemente me he inclinado hacia las grasas saludables, subiendo mi consumo de nueces, tahini y aceites de oliva y coco. Adicionalmente un efecto colateral es que el gluten esta comúnmente presente en alimentos de calorías vacías, es decir, galletas, ponqués, brownies. Siempre será bueno darse un respiro de consumir estos alimentos, así sea solo un rato.

Ha sido interesante porque en mi práctica como coach muchas veces sugiero que temporalmente se reduzca o elimine su consumo. Lo estoy viviendo, se que es posible. Tendré mas herramientas porque es un camino que hoy recorro y conozco sus retos y beneficios.

Health Coach
Institute for Integrative Nutrition