Un escenario común: estás en la oficina, son las 4 de la tarde. De repente solo puedes pensar en una cosa, ese brownie que venden en la esquina. Vas a estallar de ansiedad si no lo tienes. Antojos. Un tema que no parece dejarnos la vida en paz. A todos nos dan. Esta entrada hará parte de una serie de 5 posts, cada uno con una razón posible para tus antojos. Vamos a explorar este misterio que tiene causas tanto biológicas como emocionales y nos ataca sin pedir permiso.
Como te darás cuenta, identificar su causa no es tan fácil como algunos programas de alimentación te quieren hacer creer. Inclusive hay niveles dentro de los antojos, para algunos no representan un inconveniente, y para otros, son un problema que interfiere con la tranquilidad de sus vidas. Empezamos por el aparato digestivo.
1. Tu sistema digestivo no está en plena forma. Todos conocemos esa vieja frase que dice: eres lo que comes. La verdad es que no eres lo que comes, sino lo que tu aparato digestivo logra absorber. Son los nutrientes absorbidos de los que recibirás el real beneficio. El proceso de digestión rompe los alimentos a un mínimo tamaño para que tu cuerpo pueda asimilarlos. Si tu aparato no funciona bien, es posible que no recibas la nutrición que necesitas y estés bajo en algún nutriente que genere tus antojos. Por ejemplo, aunque no está confirmado, algunos relacionan la necesidad de magnesio, con el deseo de comer chocolate, un alimento alto en magnesio. Adicionalmente, tu nivel de serotonina, un neurotransmisor principalmente fabricado en el aparato digestivo, puede estar bajo. Aunque bajos niveles de serotonina están también asociados a otras causas como depresión, este neurotransmisor se produce en los intestinos en un 90%. La serotonina está asociada a sentirse bien y al estado de ánimo. Los estudios han demostrado como los alimentos que suelen ser nuestros antojos (azúcar y harina blanca), pueden subir temporalmente los niveles de serotonina. Como nuestro cuerpo tiene memoria, es posible que si tu antojo te dio alivio y subió tu ánimo en una ocasión, lo sigas buscando.
El estrés influye también en el funcionamiento de la digestión, siendo una reacción del cuerpo que disminuye el flujo de sangre al aparato digestivo. También es posible que tu aparato digestivo tenga un desbalance en su flora bacteriana, lo cual genera que las buenas poblaciones de bacterias no estén protegiendo tu sistema, creando algún exceso de poblaciones poco beneficiosas como la cándida, que se alimenta de azúcar. El sistema digestivo es complejo y contiene millones de neuronas, tanto así que ha sido llamado el segundo cerebro. Es también donde reside el 70% del sistema inmune. Hay mucho que no sabemos sobre su funcionamiento, lo que sí sabemos es que su óptimo funcionamiento es vital y puede tener mucho que ver con tus antojos.
Mi consejo para ti es que limpies tu dieta al máximo. Entiendo que esto es más fácil dicho que hecho, pero empieza con algo pequeño, algún cambio sencillo al que te puedas comprometer. Aumenta tu consumo de vegetales, que contienen fibra y ayudan a la salud de tu sistema. Toma agua, y encuentra métodos que alivien el estrés.
@camilasernah
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