Me acuerdo de una película de Woody Allen, protagonizada por Larry David, que se llama Whatever Works. Hace referencia a las mil maneras en las cuales las personas encuentran sus medios para sentirse mejor. Con el tiempo he visto esta simple premisa cobrar vida en mi practica de coaching.
Jack Kornfield cuenta la historia de una mujer que, junto con su marido, recorrió un largo camino espiritual y acudió a distintas practicas religiosas. Hizo meditaciones budistas, estudio las escrituras sufís y, también, profundizo en las practicas cristianas.
Cuando murió su marido, la mujer se sintió totalmente perdida. Un día, la visitó un amigo de su comunidad cristiana y le dijo que su marido estaba bien. En sus oraciones lo había visto, bañado en la luz de Cristo. Otro día, recibió un viejo amigo de sus meditaciones budistas, y le dijo que su marido estaba bien. Había tenido una visión con él, entrando en el Reino Occidental con Bodhisatva Amitabha. Un tercer compañero, un maestro Sufí, la visitó y le dijo que su esposo esta bien. Dijo que su consciencia estaría reencarnando prontamente.
Confundida, visto a Jack y le preguntó en qué creer. Jack le dijo que olvidara todo y se preguntara: ¿en qué puedo creer, con total seguridad, desde mi experiencia? ¿cuál es ese conocimiento, tan sencillo y básico, que se sabe con todo el corazón y se para frente a todo con altura y dignidad? Eso que se sabe porque la vida te lo informa y si llegara Buda o Cristo y te dijera que eso no es cierto, tu dirías: “si, es cierto”.
Usualmente, esas cosas son sencillas. Pero tan legitimas, que sostienen la practica espiritual. En mi caso particular, te digo algunas cosas que he aprendido con seguridad. Primero, hay un espacio para no saber. Para el misterio. Hay mucho que no entiendo. Segundo, el coraje es la virtud más importante porque sostiene a las demás virtudes. Esto lo decía Maya Angelou y creo que tiene razón. A través del coraje, te encuentras con la verdad y con la compasión. Tercero, la vida es amplia y generosa, inclusive cuando todo parece andar mal. Estas cosas las sé, desde mi experiencia y nada ni nadie pueden hacerme pensar lo contrario.
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