El 31 de diciembre es un día con aires de ceremonia. Todo un año termina. En pocas horas, pasaremos la página. Pero todavía no.
Ahora mismo, tenemos un rato atemporal y quieto; una oportunidad para pensar.
Porque somos gente de pocos rituales, propongo, para el día de hoy, un rito sencillo.
Son preguntas para ir hondo.
Contéstalas, sola o con tu gente, y revisa de dónde vienes y para dónde vas.
¿De qué estás agradecida con el 2018?
Porque la alegría y la gratitud son hermanas, y vienen en llave.
¿Qué hiciste bien este 2018?
Porque si no reconocemos nuestros triunfos, la mente nunca asimila el crecimiento.
¿Qué necesita más de tu atención en este año que viene?
Porque la puerta de entrada a una autoestima saludable es la práctica de vivir conscientemente.
Porque la puerta de entrada a una autoestima saludable es la práctica de vivir conscientemente.
¿Qué te emociona de este año que viene?
Porque una mente que no se emociona deliberadamente, no se entrena para recibir.
Porque una mente que no se emociona deliberadamente, no se entrena para recibir.
Feliz año.
PD: (Ojo: Nada de resoluciones vacías, como iniciar la dieta que si promete, perder 10 kilos para poder ir a la playa, y nada de restringir porque comí mucho en diciembre)
Camila Serna
Coach nutrición mente/cuerpo