En el fondo, lo que más cuenta es la calidad del vinculo que tenemos con nosotras mismas.

Lo que ocurre afuera, es ingobernable. Se dice que los pensamientos generan realidades, pero considero a esta observación incompleta. Por más que creamos que la mente nos trae victorias o penas, hay más misterio del que queremos reconocer. Personalmente, me encanta no entender.

Al máximo, elijo poner mi atención en mi vida interior. A lo que ocurre adentro, al misterio que yo soy. ¿Qué pasa con el cuerpo, qué pasa con las sensaciones y emociones, con los pensamientos?

Sé que estoy de mi lado frente a lo que ocurra.

Ya me rendí. No me culpo, no me odio. Hace poco, le dije a mi clienta: come, sin restricción. Come, lo que quieras. Mi clienta, que pelea con atracones, se sintió aliviada. Nunca le habían dicho que podía comer así. Tan aliviada, que no necesitó atracones y supo parar.

Ella, intimó con su vida interior y se sintió de su lado.

El amor propio no es perfección. Es la capacidad de intimar con lo que hay adentro, y de aceptarlo. No todo lo que hay nos tiene que gustar, pero lo aceptamos porque odiarlo nos cobra un precio demasiado alto. 

 

Camila Serna

Coach nutrición mente/cuerpo

Autora del libro Yo debería ser flaca, publicado por Penguin Random House.

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