«Es que cuando uno se enferma uno no es nadie» me dijo Juanita, una mujer que viene todos los miércoles a mi casa y me ayuda con los asuntos domésticos de mi hogar.
Me quedé pensando en lo dura de esta frase. En realidad, sí, creamos una sociedad en la cual enfermarse no es una opción. Definitivamente, no nos gusta enfermar, podemos considerar la enfermedad como error o falencia del carácter.
Nos esforzamos por prolongar la vida, buscar la dieta que nos salva, vivir 100 años; evitamos mirar de frente el hecho de que un día, cualquier día, en cualquier momento, nuestro sistema también caerá.
La certeza de esta vida es el cambio, el cual incluye el decaimiento de todo lo orgánico, por eso, en este episodio del podcast quiero explorar la experiencia del cuerpo que se enferma, que decae.
En este mundo, tan marcado por sistemas como el capacitismo y el salutismo, enfermarse no es fácil.
Así que enfermar, es la prueba de pruebas: desafía nuestra capacidad de aceptar la vida, tal cual llega, sin creer que debería ser otra cosa.
*Escucha el episodio «Odiamos enfermar pero nadie escapa» del podcast de Yo debería ser flaca acá.