¿Qué pasaría si supiéramos con cada célula de nuestro cuerpo que nada puede afectar nuestra completitud? Nuestros errores, traumas, dolores, envidias no pueden tocar nuestro estado intrínseco de bienestar.
Podríamos imaginar un cielo azul siempre presente. No somos las nubes, tan pasajeras, efímeras, revoltosas y causantes de turbulencias. Somos un estado de infinito azul.
Sé que no es fácil aproximarse a esta comprensión, yo apenas la vislumbro por pedacitos y por ratos; cuando creo que me acerco, me veo inmersa en una nube, me convierto en ella, me fusiono con la emoción turbulenta, en el pensamiento que me asusta.
En este episodio del podcast de Yo debería ser flaca converso con una mujer que me ayuda a acercarme a mi estado de azul cielo, de completitud.
María Ramírez, psicóloga especializada en el manejo de trastornos de la conducta alimentaria, transitó su propio camino de recuperación: vivió en carne propia una lucha en contra de sí misma.
Porque conoce la auto agresión, porque la atravesó y vio la trampa, ella ahora ofrece herramientas de autoconocimiento, de compasión, de psicoeducación que les permitan a sus pacientes encontrar una sanidad mental fundada en una premisa: no estamos rotas.
*Escucha el episodio «No estamos rotas» del podcast de Yo debería ser flaca: