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Los hechos concretos demuestran que el magistrado Humberto Sierra Porto fue un juez activista de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en la Corte Constitucional. No solo fue ponente de las
seis sentencias de tutela sobre aborto que han salido de las paredes del Palacio de Justicia desde la despenalización parcial del 2006, sino que en una de sus últimas sentencias le
ordenó al Procurador General de la Nación rectificar una serie de informaciones incompletas acerca de los derechos de las colombianas.
Hace dos meses, el magistrado Sierra Porto terminó su periodo como magistrado, lo que hace prudente preguntar sobre el futuro de los derechos sexuales y reproductivos en la Corte Constitucional. Si bien, los cambios estructurales en la Corte son parte fundamental de su diseño, es bueno seguir el proceso que
comenzó el Consejo de Estado para conformar la terna de donde saldrá su reemplazo.
En sus sentencias Sierra Porto
estableció límites temporales para que las EPS no dilataran las respuestas a solicitudes de interrupciones voluntarias del embarazo,
les impuso severas multas por incumplir con sus obligaciones de servicio frente a esos casos y
fijó reglas de remisión para los médicos que decidieran objetar conciencia individualmente para no practicar un aborto legal, entre otras garantías.
Sería exagerado y alarmista afirmar que la ausencia de Sierra Porto inmediatamente limitará la defensa de esos derechos dentro de la Corte. En el pasado reciente dilemas similares -como la
protección a la población desplazada o el seguimiento de las
órdenes de la Corte frente a las reformas del sistema de salud-
fueron solucionados por los nuevos magistrados pasando las competencias de esos asuntos a salas de seguimiento, lo que formalmente garantiza que esos temas sean retos institucionales de la Corte y no el deseo individual de uno de sus magistrados (¿por qué no hacer lo mismo con el aborto legal?).
En la
audiencia pública que realizó el Consejo de Estado con los
20 candidatos de los que saldrá la terna, no hubo ninguna referencia expresa sobre el asunto. Sin embargo, es importante advertir que los candidatos tuvieron solo 10 minutos para ofrecerles a los consejeros su visón general sobre el trabajo de la Corte y los aportes que podían ofrecerle a la misma si llegaran a ser seleccionados magistrados.
Las Cortes cambian, pero sus legados progresistas se deben defender. Durante 20 años la Corte Constitucional, sin ser infalible por supuesto, ha construido todo un esquema de protección de los derechos fundamentales, y esta nueva elección representa un reto para el futuro de ese sistema. Vigilar y acompañar el proceso de selección del nuevo magistrado y las decisiones futuras de la Corte sobre el tema es lo que hace de un optimista un pesimista bien informado.
Coletilla: Eduardo Galeano, en su maravilloso libro de cuentos “El Fútbol A Sol y Sombra” le atribuye a Antonio Gramsci esta impecable definición sobre el fútbol: “este reino de la lealtad humana ejercida al aire libre”. Dicho esto, se vale soñar, Millos, sin duda que se vale soñar.
Nota: Imagen del cuadro “Three Working Women: Anna, Lizzie, Maggie” de Kami Brodie. Colección de arte de la Corte Constitucional de Sudáfrica. Tomado de: http://mrzine.monthlyreview.org/2009/dohrn010809.html.
Twitter: @SantiagoPardoR.
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