Es común encontrarnos con lanzamientos de apps en nuestro diario vivir, esto acompañado de la múltiple información que recibimos y los diferentes mensajes y cadenas que nos llegan a nuestro dispositivos y cuentas de correo, nos hace pensar cada día más en la clase de sociedad en la que estamos viviendo.

Nuestro país ha evolucionado aceleradamente en la implementación del internet como herramienta de comunicación, en un corto análisis se puede identificar que en el país por ejemplo la audiencia de radio logró 50 millones de usuarios en 38 años, la televisión para lograr una audiencia de 50 millones de televidentes lo consiguió en 18 años, el cable alcanzó los 50 millones de suscriptores en diez años y hoy el internet llegó a esta audiencia en tan solo 5 años. Por tanto esto es un claro ejemplo que estamos en la época de la inmediatez e instantaneidad.

Las abuelas decían cada tiesto con su arepa, y así hoy podríamos decir cada usuario con su aplicación, es impresionante la cantidad de herramientas creadas para que el mundo se maneje a través de solo unos cuantos clic, o bueno, hoy ya estamos hablando de touch, ya que cada vez es más fácil descargar, utilizar la aplicación y salvar su mundo, como dice un amigo cercano. Pero mi reflexión aquí es en que con una variada oferta de aplicaciones, herramientas digitales y servicios nuestro país sigue siendo a mi parecer uno de los que no han sacado al máximo la utilización de estos elementos para generar conocimiento, acelerar en los procesos académicos y ofrecer soluciones a las necesidades de las poblaciones.

Según el estudio sobre Uso y Apropiación de las TIC en Colombia 2016 liderado por el MinTIC y Datexco, las redes sociales hoy en nuestro país están enfocadas en su utilización el 70 % sexting inapropiado, 66 % conocer gente, 31 % revisión de correo electrónico y 30 % medio para terminar relaciones. Estos datos nos dejan ver el panorama de la cultura colombiana y nos presenta la alerta sobre la importancia de generar estrategias encaminadas a mostrar los beneficios de internet con el objetivo de exponer que no solo es el correo, redes sociales y entretenimiento, o solo aplicaciones.

Que Colombia tenga importantes aportes al mundo de la tecnología con la creación de apps como 1doc3, Acsendo, Fluvip, Hogaru, entre otras no significa que sea el país más tecnológico, al contrario hoy en el sector rural y teniendo en cuenta los indicadores expuestos anteriormente, la población recibe parte de la información sobre avances tecnológicos, o nos limitamos a que se quedan en el uso del Facebook y Whatsapp, aspecto que es muy triste para compararlo con la productividad de conocimiento que se ha generado a través de la implementación de las TIC en el país.

Debemos cambiarnos el chip, y los que conocemos del tema despertar la curiosidad, hacer pedagogía para que las personas no solo usen unas cuantas aplicaciones sino que saquen el potencial que tienen de sus dispositivos móviles, es evidente que la existencia y participación en este tema nos lleva a entender la virtualidad como un espacio para colaborar, difundir, publicar, participar, colaborar y proponer.