Presenté mis Cartas Credenciales al Presidente Santos esta semana. Hay dos cartas, ambas dirigidas al Presidente por Su Majestad La Reina. La primera me presenta como su Embajador, la segunda, le informa al Presidente sobre la partida de mi predecesor. Por supuesto todo el mundo conoce este proceso, pero la ceremonia es una forma de presentarle formalmente el cambio al Jefe de Estado y de Gobierno. En algunos lugares, no en Colombia afortunadamente, un Embajador no puede reunirse con ningún miembro del Gobierno hasta que él o ella presenten sus credenciales.

 

La ceremonia fue muy impresionante. Me recogió un carro de protocolo para ser llevado al Palacio de Nariño, allí fui recibido en una alfombra roja de 100 metros, una guardia de honor, de alrededor de 60 soldados formados en ambos costados, y una banda militar que tocó el Himno Nacional de Colombia. Fui guiado a Palacio, subiendo las escaleras a un salón formal donde fui presentado al Presidente y a la Canciller, tuve que decir unas palabras formales, que aprendí de memoria, anunciando al Presidente que yo estaba allí para entregarle las Cartas Credenciales.

 

Después de esto, las cosas se pusieron un poco menos formales. Tuvimos una charla de 10 minutos, el Presidente expresó su aprecio por el Reino Unido pues él valora enormemente todo el apoyo que le hemos dado.

 

El último ejemplo fue la colaboración cercana en Nueva York, por la que estuvo particularmente agradecido. En respuesta, le expresé nuestra admiración y apoyo a él como persona y al trabajo y logros de su Gobierno. Estuvimos complacidos de haber podido apoyar en Nueva York y de continuar el trabajo con su Gobierno en este tema. Me referí a nuestro programa de apoyo y expliqué sobre cómo trabajar para la fase del post acuerdo, nos guiaremos por las prioridades del Gobierno y estamos abiertos a sugerencias, seguiremos apoyando completamente el proceso de paz.

 

Después de esta charla me despedí, bajé las escaleras, pasé por la alfombra roja, la guardia de honor y la banda militar, que esta vez tocó el Himno Nacional Británico. En conclusión, mi presentación de Credenciales, más allá de una ceremonia protocolaria, fue una gran motivación a continuar trabajando para contribuir fuertemente a la paz de Colombia.