El 14 y 15 de marzo tuve el placer de ser el anfitrión de la primera visita a Colombia de una de nuestras Viceministras de Relaciones Exteriores, la Baronesa Anelay. En dos días viajamos a Barranquilla, Cartagena y Bogotá, reforzando nuestra sólida relación bilateral con Colombia, particularmente en prioridades como el proceso de paz, derechos humanos, prevención de la violencia sexual, cambio climático, y comercio.
A lo largo de marzo y abril, la Embajada en Bogotá está celebrando los derechos humanos y nuestro trabajo con el Gobierno Colombiano y la sociedad civil. Asi que para el blog de este mes, invité a la Baronesa Anelay para compartir sus impresiones de Colombia en lo relacionado con la prevención de la violencia sexual, como parte de su enfoque más amplio de derechos humanos. Le doy la palabra:
[Baronesa Joyce Anelay]
“La semana pasada visité tres ciudades en Colombia en mi primera visita a la región. Me impresionó la belleza y diversidad del país, la calidez y hospitalidad de los colombianos que conocí. Estuve encantada de ver la fortaleza y amplitud de la relación del Reino Unido con Colombia, un socio de larga data. Trabajamos juntos en temas tan variados como el proceso de paz, el buen gobierno, las relaciones comerciales, el medio ambiente y muchos otros. Estuve honrada de tener la oportunidad de discutir estos temas con varios ministros colombianos. Y particularmente satisfecha de anunciar un mayor apoyo del Reino Unido para el proceso de paz, a través de una contribución de £4,2 millones de libras al Fondo Multidonante de las Naciones Unidas, y una contribución de €1,5 millones de euros al Fondo para el Posconflicto de la Unión Europea.
Los derechos humanos fueron una prioridad particular de mi visita, como lo son en todas mis visitas al exterior. Esto es así porque los derechos humanos son una pasión personal para mí, porque son una parte importante de mi cartera ministerial y porque me siento orgullosa de ser la Representante Especial del Primer Ministro para la Prevención de la Violencia Sexual en Conflicto. Me complace que los derechos humanos también sean una prioridad para el Gobierno de Colombia. Está claro que aún quedan muchos desafíos. Una gran preocupación actual es la protección de los defensores de derechos humanos que se esfuerzan día a día para luchar por sus derechos. En el último día de mi visita, ofrecí una recepción en honor a las valientes personas y organizaciones que defienden los derechos humanos en Colombia, celebrando su trabajo. Mi discurso resaltó el apoyo inquebrantable del Reino Unido a través de nuestro apoyo diplomático y programático.
También hablé sobre el delito de violencia sexual, ya sea en el marco del conflicto armado o en el hogar. Durante esta visita viví una de las tardes más importantes de mi carrera ministerial, cuando conocí en Cartagena a las extraordinarias mujeres de una Red de Víctimas de violencia sexual. Esta Red de más de 300 mujeres, creada por un proyecto financiado por el Reino Unido con la Corporación Mujer Sigue Mis Pasos, es un claro ejemplo del impacto de nuestro apoyo a los derechos humanos en el mundo.
En el colegio La Libertad en El Pozón, el más grande y vulnerable barrio de la ciudad, hablé con veinte víctimas de violencia sexual de siete regiones en Colombia. Antes de este proyecto no se conocían entre sí. Ahora están trabajando juntas para prevenir que este crimen ocurra de nuevo, tratando de romper el ciclo, trabajando con colegios, enseñando a las generaciones más jóvenes y sus comunidades que la violencia está mal. El proyecto ha empoderado a las mujeres para alzar sus voces. Ellas están liderando con ejemplo, empujando a Colombia hacia el camino de la paz. Estoy muy conmovida por las historias que me compartieron, por su valentía y resiliencia.
Informes indican que en 2014 una mujer fue violada cada 33 minutos en el país. Se estima que el 85% de las víctimas son niñas y niños menores de edad. La impunidad para las víctimas de violencia sexual en conflicto es del 97%. Es por esto que estamos trabajando conjuntamente con las víctimas y sobrevivientes, con las organizaciones de mujeres, y el Gobierno de Colombia para combatir este delito. Las mujeres que conocí demuestran el gran potencial de quienes más han sido afectados por el conflicto para transformar a Colombia, contribuyendo a la construcción de paz y la reconciliación, incluso cuando este trabajo los pone en riesgo.
Mi visita a Colombia me demostró cómo el apoyo financiero estratégico puede hacer una gran diferencia al cambiar las normas culturales; empoderar a las mujeres, facilitando su liderazgo; rompiendo el ciclo de la violencia. Es por esto que estoy inmensamente orgullosa de que este año hayamos duplicado nuestros fondos de derechos humanos y democracia a más de diez millones y medio de libras a nivel global. Esto demuestra el compromiso absoluto del Reino Unido hacia los derechos humanos, para que tengamos la capacidad de seguir apoyando iniciativas como la Red, que han demostrado ser transformacionales.
Me llevo de esta visita muchas cosas. Celebro la valiente decisión de Colombia de trabajar hacia la paz y no la guerra. Estoy encantada por la fuerza y riqueza de nuestra relación bilateral. Pero, ante todo, me llevo las historias y las voces de los valientes defensores de derechos humanos y las mujeres que conocí. Ellos están luchando por sus derechos, denunciando e impidiendo el abuso de los derechos humanos y los crímenes de violencia sexual, y transformando la cultura de impunidad. Están ayudando a alcanzar la verdadera paz. Todos los colombianos pueden estar orgullosos de ellos.”