Hace algunas semanas, Reino Unido fue el país invitado de honor en la Feria Internacional del Medio Ambiente (FIMA). Este no fue solo otro evento diplomático de rutina. La protección del medio ambiente y la promoción del crecimiento sostenible nos impacta a todos y se ha convertido en una prioridad global.
El cambio climático está energizando, en particular, a los jóvenes. Es una amenaza para nuestra forma de vida –de hecho, para nuestra propia supervivencia– y a la vez, una oportunidad para aprender a vivir de nuevas maneras y desarrollar nuevas tecnologías.
Para Colombia, con su selva tropical densa y su biodiversidad incomparable, este es un desafío existencial. Y lo que suceda aquí tendrá consecuencias para el medio ambiente en todo el mundo. Es por esto que el Reino Unido y Colombia han estado trabajando juntos para proteger el medio ambiente. Los británicos somos importantes contribuyentes en los programas para proteger los bosques y promover la ganadería sostenible en Colombia. Desafortunadamente, sabemos ahora que, después de varios años de éxito, la tasa de deforestación en Colombia ha vuelto a incrementarse, lo que es motivo de gran preocupación.
También estamos colaborando con gran emoción y entusiasmo en Colombia Bio, el programa para proteger, catalogar y desarrollar sosteniblemente la biodiversidad colombiana. Con el apoyo del Instituto Earlham, trajimos una misión británica de científicos de clase mundial para formar parte de la agenda académica de FIMA, compartiendo su experiencia y conocimiento sobre cómo proteger esta gran herencia de Colombia. Haber contado en este evento con entidades como el Instituto Earlham, el Jardín Botánico de Kew, el Jardín Botánico de Edimburgo y el Museo de Historia Natural de Londres es evidencia de la calidad de colaboración que el Reino Unido puede ofrecer.
En sus comentarios, durante FIMA, el presidente Santos y el ministro de Medio Ambiente Murillo agradecieron generosamente la contribución británica.
Un momento muy emotivo de esta participación fue el conversatorio con líderes comunitarios y excombatientes en torno al programa Ambientes para la Paz, programa que apoyamos para promover prácticas ambientales responsables en territorios que durante mucho tiempo fueron duramente castigados por el conflicto. Esto demuestra la estrecha interconexión entre la protección del medio ambiente, la promoción del desarrollo sostenible para las comunidades vulnerables y el trabajo por la paz. El Reino Unido está haciendo las tres cosas en Colombia.
Ser país invitado de FIMA fue no solamente un honor, sino un compromiso para continuar trabajando junto al nuevo gobierno. La agenda ambiental, y en particular la política de crecimiento verde, es de alta prioridad para mi país. Planeamos incrementar aún más nuestra contribución financiera y científica para ayudar a Colombia a enfrentar estos desafíos.
En el Reino Unido hemos aprendido que proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático no son solo obligaciones morales, sino que también abren oportunidades comerciales. Desde 1990, nuestra economía ha crecido un 71%, lo que significa un crecimiento promedio anual del 3%; mientras nuestra emisión de gases de efecto invernadero ha disminuido en un 43%. Nuevas tecnologías limpias han creado cerca de 400.000 trabajos de alta calidad. Lo que es bueno para el Reino Unido también es bueno para Colombia… y para el mundo. FIMA fue una grandiosa oportunidad para mostrar esto y todo lo que estamos haciendo juntos.