@isitreallysafe

En enero pasado fue publicada una nota sobre el HackLab chileno; incluía afirmaciones como las siguientes:

«… Así surgieron los primeros hacklabs en Florencia, Italia, con el evento Hackit de 1998, que se ha ido repitiendo cada año. En 2000 se celebró el primer hackmeeting hispanoparlante en Barcelona y cada año se han ido incorporando ciudades como Leioa, Madrid, Iruña, Sevilla y Menorca. Hoy existen hacklabs en España, Italia, Argentina, Chiapas y Santiago de Chile…».

«…Una vez andando el hacklab, se realizó el primer hackmeeting (reunión de hackers) de este lado del mundo. Su llamado invitaba a «un encuentro libre y autogestionado que gira en torno a las nuevas tecnologías, sus implicaciones sociales, la libre circulación de saberes y técnicas, la privacidad, la creación colectiva, el conflicto telemático y mucho más»».

«…En el mismo hackmeeting se concluyó que el colectivo hackers apuesta por «generar una protesta electrónica y de desobedencia civil al sistema imperante en los medios electrónicos chilenos», según apunta Marcela Rodríguez. «Se reutiliza chatarra tecnológica para su reapropiación colectiva. En este sentido, el hacklab reúne fragmentos de la periferia tecnológica y social para constituir un colectivo tecnopolítico experimental»».

A esta nota respondí, a través de una lista de seguridad:

«Hace mucho tiempo que la discusión sobre si se es hacker, cracker, phreaker, warez perdió vigencia cuando el hacking se categorizó en white, black y grey.

«Y que existan estos grupos no es nuevo, en lo más mínimo: sólo por mencionar un ejemplo tradicional, el Chaos Computer Club existe desde hace ni más ni menos que 26 años. Así que estos apreciados colegas latinos no inventaron nada.

«Por otro lado, es evidente que el autor de la nota no es precisamente un experto en el tema que en ella se trata, o por lo menos que no se expresa bien técnicamente: ¿qué quiso decir cuando afirmó que un cracker es aquel «que se dedica a indagar la forma de intervenir las páginas web»? Esta es una definición vacía.

«Me llama mucho la atención, y por eso la transcribo completa, una frase de uno de los miembros del grupo citado en la nota: «(s)e reutiliza chatarra tecnológica para su reapropiación colectiva. En este sentido, el hacklab reúne fragmentos de la periferia tecnológica y social para constituir un colectivo tecnopolítico experimental»; personalmente suelo NO ser amigo de discursos tan barrocos y llenos de neologismos innecesarios para expresar ideas que se habrían podido expresar en otra forma, más simple y menos pretenciosa».

¿Por qué tan frecuentemente los que tienen pretensiones de ser hackers terminan con discursos neotecnosocialistas con los que sólo parece que quisieran confundir al enemigo, pero no decir nada?

¿Ud. qué piensa?

Carlos S. Álvarez
blogladooscuro @ gmail.com
@isitreallysafe