En tono de fastidio, enojo y hastío, esta fue la expresión que lanzó al final de la semana pasada el señor Carlos Rodado, Ministro de Minas y Energía del país. Siempre me ha parecido esa expresión de «la gente» despreciativa y con ínfulas de superioridad, normalmente inmerecida.
¿Quién es la gente?, ¿las personas que no conocemos?, ¿a partir de qué grado de consanguineidad pasa uno a ser la gente?, ¿la mamá es parte de la gente?, ¿la abuelita?, ¿la tía?, ¿la esposa?, ¿los hermanos?, ¿Los hijos? ¿la prima en segundo grado? ¿Quien es la gente? Que normalmente es bruta y no entiende, hay algúnos presentadores de tv y locutores que también usan esa expresión, y sin ningún respeto hacia el televidente o al radio escucha dicen a sus entrevistados «explique bien para que la gente entienda». De manera, que ellos entienden lo que el entrevistado dice porque son inteligentes, pero la gente que es bruta no? Bueno, Señor Rodado, en un ataque de modestia y al no estar en ningún grado de consanguineidad con usted, me declaro parte de la gente, por eso usaré de vez en cuando nosotros cuando hable de «la gente».
Para mentes políticas, sería bueno que pensaran si la gente, son las mismas personas que votan por ellos o sus jefes que son elegidos por voto popular, o los ciudadanos son los que votan por ellos y la gente, como no entiende, vota por los demás? Si señor ministro, me gustaría saber de los 46 millones de Colombianos quienes son la gente, que no entiende, porque yo si estoy seguro que entre esos 46 millones hay más millones de los que usted piensa, o quisiera, que si entienden que es lo que dice, y lo que pasa es que no están de acuerdo ni con la corrupción ni con la ineptitud.
Cualquier persona por bajo nivel intelectual que tenga, puede sentarse en su silla y cada vez que se presenta un problema solucionarlo con base en alza de impuestos y subiendo la gasolina, cualquiera lo puede hacer, ya que lo único que necesita es saber sumar cuánta plata necesita y con ese dato grabar a «la Gente». Valga anotar, que «la gente» a veces si es ingenua y confiada y creemos en promesas electorales como las de su jefe que prometió que no se iban a subir los impuestos, y lo que no está de acuerdo es que los disfracen con medidas como las del combustible, eso lo tenemos muy claro y parece que el que no entiende es su gabinete. De pasó «la gente» tampoco está de acuerdo con que se lave las manos señalando como culpable a su colega de hacienda, la gente si estaría de acuerdo que los dos se sienten y le quemen un par de neuronas a buscar una solución diferente que subir la gasolina, los impuestos o feriar a Ecopetrol, una solución que muestren que tienen algún grado de recursividad, educación en economía o incluso un poco de sentido común.
Lo que «la gente» le gustaría es que a los funcionarios que colocan en puestos a dedo, demuestren que los pusieron allí no solo por sus excelentes nexos políticos, sino porque cuentan con una experiencia y capacidad de arreglar problemas por encima del promedio y no que resuelvan todo con soluciones facilistas. «La gente» entiende que el precio del petróleo sube, pero también entiende que baja y no está de acuerdo con que la gasolina siga subiendo y nunca baja, «La gente» entiende que el petróleo da regalías, pero no está de acuerdo con que la despilfarren en vez de usarla en soluciones para el bienestar general, una de ellas puede ser mantener un precio decente de la gasolina para todos en vez de dejar que se la malgasten unos pocos. «La Gente» entiende que los ministros, sus funcionarios y no sé si sus familias, no hacen parte de «la Gente», no pagan gasolina, de manera que igual lo aplauden cuando llega a su casa después de subirla, estoy seguro que si pagaran la gasolina de su carro, dormiría en el sofá y pasarían a ser parte de «la gente».
«La gente» entiende muchas cosas que parte del gabinete no parece entender, como que votaron, por lo menos por sus jefes, para que ustedes conformen un gobierno que administren el estado y hay cosas del estado, que no son propiedad del gobierno, hay diferencia entre estado y gobierno. Por ejemplo, la plaza de Bolívar, el Palacio de Nariño, Ecopetrol, etc (si necesita más ejemplos se lo puedo ampliar) son del estado en representación de «la gente», por eso el voto que se le dio al gobierno de turno fue para administrarlos y no para venderlos por pedacitos cada vez que sale algún problema, porque no pueden o no quieren pensar en soluciones diferentes a las que a cualquiera en dos minutos se le ocurra, fácil!! hay un problema y vendemos el estado, y después cuando el gobierno vaya a cambiar ¿qué van a entregar?, si lo que les dieron a administrar lo vendieron? Eso a «la gente» no le va a gustar, pero tenga la seguridad que si lo entienden y para su colega de hacienda, es importante que entienda que eso no es una solución estratégica sostenible, en la sostenibilidad está implícito guardar para las futuras generaciones y «la gente» si entiende que al vender Ecopetrol no están guardando para el futuro, están malgastando, por pereza de proyectar las soluciones con sus producidos y no con su capital, la misma pereza de subir impuestos o subir la gasolina, en vez de pensar soluciones recursivas.
Una de las cualidades de los funcionarios públicos (sería bueno que supiera que significa este término) es entender a «la gente». Si un funcionario público cree que cuarenta y pico millones de personas no entienden algo que están haciendo «por su bien», creo que hay más posibilidades que no las haya explicado bien, o que si entienden que no es por su bien, si no porque a su equipo de trabajo le quedó grande el problema, de manera que le va a tocar escoger entre «la gente» remplazo para su equipo de trabajo, antes que «la gente» que eligió a su jefe entienda que parte de la solución es que usted pase a ser parte de «la gente» y que otra persona encuentre las solucione que usted no puede o no quiere encontrar. Por último, no olvide que usted más temprano que tarde va ser parte de «la gente» y en ese momento su entendimiento no va a cambiar, lo que entienda o no va a seguir siendo igual, a lo mejor va a encontrar más gente que le explique lo que «la gente» si entiende y parece que usted y su equipo no.