Al parecer el televidente es el factor menos importante en la decisión de las cadenas abiertas y de los operadores, pero si tendrá que ser el de mayor relevancia para la autoridad del ramo al decidir en el tema del cobro que Caracol/RCN quieren hacer a las empresas de Tv paga, para entregarles su programación HD, que permita a los operadores cumplir la ley.

Caracol/RCN dicen cumplir la ley, a pesar de cortar la señal HD (Caracol ya lo hizo y RCN lo anunció desde el 30 de abril), solo entregando su señal análoga, la cual en los TVs HD se ve pésima, recortada y de muy mala calidad, haciendo que los operadores cumplan la ley a medias.

Caracol, que ya es un hecho que cortó la señal HD, está dormido en los laureles, ya tienen las empresas que le pautan y no les importa lo que el público opine, ya ni el famoso rating. Los perjudicados somos los televidentes, a las empresas que pautan no parece importarles, no exigen, pautan por costumbre, conveniencia económica, por cumplir normas internas o alianzas comerciales con las cadenas de Tv abierta, cuando deberían saber que por lo menos los televidentes de Directv dejamos de ver Caracol desde que le quitaron la señal HD ¿que será mejor de dos noticieros, que dicen prácticamente lo mismo, verlo en HD por RCN o recortado y borroso por Caracol? Sin embargo siguen pautando en Caracol, cuando la audiencia no sólo en Directv si no en todos los sistemas de cable ya no lo ven, el 40% del público ¿están pagando 40% menos por esa publicidad? Cuando lo quite RCN, será ver solo canales internacionales, bueno cada televidente tomará diferente decisión, pero indudablemente el rating se verá afectado poco o mucho por la decisión y así mismo la cantidad de espectadores de la publicidad que pagan las empresas.

Los canales nacionales están actuando de mala fe, entregar hoy la señal sin HD es como si hubieran entregado la señal en blanco y negro cuando salió la ley 680 de 2001 y hubieran exigido que les pagaran si la entregaban a color. El argumento sería el mismo, el gasto en tecnología que tuvieron que afrontar, sin tener en cuenta que este es inherente al servicio que prestan y su necesidad de presentar el mejor producto al televidente que debe ser el objetivo de la televisión nacional regulada por el gobierno. Así como pasarlo en blanco y negro era inconcebible en el 2001, ahora lo es pasarlo en una tecnología inferior a HD. Por esto, considero que es una acción de mala fe y la autoridad debe exigir sobre la intención de lo que el legislador pretendía que la Tv pública fuera, ya que en el momento de expedir la ley no existía el HD ni podían imaginarselo. No puede pretender ningún canal nacional abierto dejar de prestar este servicio, por que en el momento no se describió letra a letra la tecnología que iba a haber 10 años más tarde, a la velocidad que avanza la tecnología, ni pretender una nueva ley en el mismo sentido, cambiando las palabras que exigen la nueva tecnología de cada año.

Cuando hay un vacío jurídico, o se pretende que lo hay, el juez o la autoridad rectora que debe imponer el orden, debe buscar la filosofía con que se creó la ley más aplicable al caso, de manera que si la ley 680 de 2001 en su artículo 11 decía que los operadores de televisión por suscripción deberán garantizar sin costo alguno a los suscriptores la recepción de los canales de televisión abierta de carácter nacional, regional y municipal, es de fácil deducción que los canales abiertos no iban a cobrarle a los operadores. Así mismo, la ley no prevé que los canales colombianos de televisión iban a tener una transmisión de primera (HD) para uso propio y venta y otra de cuarta (SD) para cumplir la ley. De manera que también se puede determinar que el espíritu del legislador era garantizar que el pueblo colombiano recibiera la mejor televisión disponible y que los operadores pasaran la programación de las cadenas abiertas nacionales sin ponerle trabas, no se le pasó por la mente que las cadenas abiertas nacionales eran las que les iban a poner trabas a los operadores para entregarles la mejor señal. No cabía en ninguna lógica que quisieran hacerlo, ya que a las cadenas nacionales se supone que les conviene la mayor difusión posible para que su programación, con su publicidad, que fuera vista en las mismas condiciones que las programadoras extranjeras que no pasan propagandas, por lo cual pagan los suscriptores.

No pasó por la mente del legislador la ambición desmedida de los canales nacionales de televisión abierta, que además de cobrar (nada barato) por la publicidad de cada programa, también quieren que les paguen por ser transmitidos por los operadores, doble ganancia por el mismo esfuerzo y el perjudicado es el televidente, que a la final terminaría pagando por la señal que debe ser pública. El Secretario General de caracol declaró en una de sus cadenas radiales, a mi modo de ver de manera amañada, que no es justo que si el suscriptor paga por su señal a ellos no le paguen, lo cual no es estrictamente cierto, ya que los operadores no nos cobran a los suscriptores ningún valor especifico por las cadenas nacionales, cobran por el paquete que cada suscriptor escoja y los canales nacionales los entregan gratis en cumplimiento de la ley.

Si el legislador hubiese tenido una bola de cristal, seguro que en aras de ser justo, evitar suspicacias y beneficiar al público colombiano, hubiera escrito el artículo 11 de una manera completa así: “Los operadores de Televisión por Suscripción deberán garantizar sin costo alguno a los suscriptores, la recepción de los canales colombianos de televisión abierta de carácter nacional, regional y municipal, quienes a su vez deberán garantizar sin costo alguno la entrega de su programación en la última tecnología disponible” Esta, creo que sería la intención del legislador, así debe entenderse y si es posible hacerse la enmienda correspondiente, para que cada vez que se cambie de tecnología no se vuelva a lo mismo.

La autoridad debe tomar una solución que le exija a ambos bandos en beneficio del público, que es quien paga a las empresas de suscripción su mensualidad y a los canales públicos abiertos viendo toooda la publicidad que presentan con su programación, el gobierno como juez natural debe dirimir sin dejarse presionar de las ya increíblemente ricas cadenas nacionales y empresas de suscripción, que creen que con su amplio presupuesto pueden hacer lo que quieren. Restringir la señal abierta de televisión es una muestra de poder que si el gobierno no para en seco va a perder el control de sus emisiones.

En caso que llegase a decidirse que los canales públicos cobren a los de suscripción, se le debe exigir que los canales abiertos, que ya dejarían de serlo al cobrar por su programación, entreguen una señal en las mismas condiciones que las entregan los canales que ellos mismos mencionan, Fox, Disney, Turner, Discovery, etc. es decir una programación sin publicidad; si aducen que no pueden, que no cobren, pero que entreguen una programación con la última tecnología disponible como legal y éticamente deben hacerlo. No puede ser aceptable, que entreguen una señal análoga o una en blanco y negro, la entidad rectora no puede entender como cumplir la ley que entreguen una señal de cuarta de manera abierta, teniendo una de primera disponible.