El tiempo es el recurso más importante que tenemos, pero no es más importante que nuestra vida, porque si se acaba la vida se acaba nuestro tiempo.
Puedes medir qué tanto te aprecian por el respeto que le dan a tu tiempo.
Si te piden una cita para dentro de un tiempo es porque eres importante hoy y esperan que sigas siendo importante en ese tiempo.
Una buena relación se hace cuando dos personas disfrutan compartiendo juntos su tiempo.
Cuando juntemos tu tiempo y mi tiempo, haremos nuestro tiempo y crearemos nuestra historia.
Quien no cabe en tu tiempo no cabe en tu vida.
Cuando alguien te quiere, siente que el tiempo que pasa sin ti está desperdiciando su tiempo.
Si te ofrezco mi tiempo no es porque me sobre, es porque eres lo suficientemente importante para mí como para compartir mi tiempo contigo.
Puede haber una persona tan importante para estar dispuesto a darle mi tiempo, pero ninguna lo suficiente para que lo desperdicie.
Quien no sabe distribuir su tiempo no sabe administrar su vida.
Solo con mi tiempo no alcanza para un nosotros.
Egoísta es la persona para quien el único tiempo que vale es su tiempo.
Quien cree que su tiempo vale más que el tuyo, no merece tu tiempo.
Mirando hacia atrás todo el tiempo que ha pasado, debemos respetar cada vez más el tiempo que queda.
No le dediques tu tiempo a quien te considera su última prioridad.
El tiempo que pasó su oportunidad se llevó, muchas de esas oportunidades pueden nunca más encontrar un tiempo.
Ni una sola persona en el cementerio, por importante que haya creído ser, puede ya usar su tiempo.
Nuestra historia está hecha con aquellas personas con quienes compartimos deliberada o fortuitamente nuestro tiempo, pero los mejores recuerdos son con quienes quisieron compartir con nosotros su tiempo.