Las razones para la protesta en Colombia son muchas, lo que motivó el #Paro21Noviembre. Durante todo el día personas de todos los niveles educativos, edades, pensamientos, estratos, razas, religiones, etc. se unieron para marchar de forma pacífica por muchas ciudades de Colombia, pero especialmente en Bogotá, para mostrar su profundo descontento. Ese paro duró de forma pacífica y contundente hasta las 5:30 pm del 21 de noviembre aproximadamente, hora en que el paro terminó oficialmente. En Bogotá se le mostró al gobierno nacional y al local que no se comparten algunas políticas que maltratan a la ciudadanía en la capital y en el país.
Este clamor de país fue la segunda vez que la ciudadanía se lo manifestó al gobierno nacional y al distrital, en el caso de Bogotá. En especial en esta capital, el mensaje fue contundente en las urnas, los dos gobiernos unidos por un candidato, los bogotanos votaron mayoritariamente en contra del candidato de
Hay personas que con el cuento de la derecha y la izquierda recomiendan que se tapen las razones de la protesta, creo que no es la formula que necesita Colombia en este momento. Es una necesidad sentida reconocer que hay inconformismo, que los colombianos se manifestaron tres veces de forma contundente y eso tiene que ser atendido de manera urgente por el Presidente y por el Alcalde, en especial de Bogotá. No entro en el análisis de otras ciudades, de las cuales no tengo conocimiento claro de causa y podría incurrir en el error.
Es bastante esperanzador que el Señor Presidente de la República dio el enterado, ya reconoció lo que la voz del pueblo le dijo de manera clara, invitó al dialogo a partir de esta semana y allí se tratarán los temas del inconformismo a nivel nacional. Desafortunadamente, el carácter del alcalde es diferente y a pesar de ser el culpable de una gran parte de los reclamos que hacen los bogotanos a ambos, con la soberbia que lo caracteriza, en lugar de reconocer el descontento; por sus políticas de desconocer lo que los ciudadanos quieren y necesitan, por privilegiar el TransMilenio sobre el metro, por sus medidas extremadamente opresivas en temas como predial, valorización, cámaras fotomultas, muy bajos límites de velocidad que lesionan la movilidad y economía de la ciudad, aumento de servicios públicos, etc.; sale a hablar de complot y otras disculpas sin peso, para ocultar el rechazo profundo, que en esas tres ocasiones los bogotanos le han mostrado.
Una vez dicho lo anterior, es absolutamente necesario reconocer y aceptar que el paro ya terminó, se acabó a las 5:30 pm del 21 de noviembre, desde ese momento las marchas pacíficas fueron infiltradas por vándalos, eso si puede ser producto de complot, de la guía de inescrupulosos y de delincuentes, que lo único que les interesa es armar el caos, destruir y robar aprovechándose de la situación.
Es necesario que la ciudadanía no les siga el juego a los vándalos, ni a los delincuentes. Ya enviado el mensaje fuerte y claro, tres veces, realmente no es necesario continuar con marchas; es más, continuar desvirtúa todo lo bueno que se hizo; los desórdenes y la inseguridad creada, hará olvidar las inconformidades y serán opacadas por el caos y las pérdidas, que a todos nos afecta.
Es hora de suspender las protestas, ya está abierta la puerta del dialogo nacional, así la soberbia del alcalde no le permita aceptar lo malo que nos hace, en ese dialogo tendrá que oír las propuestas que se le presenten. De no hacerlo, de todas maneras en 35 días ya sale de ese cargo, sin un sucesor que siga sus lineamientos. porque el pueblo que es el que manda, en las urnas, así lo determinó, y esperamos que la alcalde entrante sepa interpretar el profundo descontento de los bogotanos y corregir las medidas opresoras de su predecesor.
Creo entonces, que debemos dar un compás de espera al Presidente de la República para que atienda todo nuestro reclamo y, mientras nos oye, tome medidas contundentes para acabar la violencia, esa espera puede ser activa escribiendo el motivo de nuestra protesta para alimentar ese dialogo nacional, yo lo haré en este mismo espacio. Pero en las calles, las personas de bien debemos apartarnos y dejar el espacio para que a las autoridades se les facilite identificar a los vándalos y delincuentes.
Es la hora de las Fuerzas Armadas. Es de reconocer la labor de las Fuerzas Armadas en este Paro hasta este momento, con contados errores, actuando con mucha cautela, en obediencia a la autoridad civil en forma más reactiva a las circunstancias que se presentaron, en atención a un pedido de la ciudadanía de no violencia, aunada a la presión de grupos de influencia que tratan de restringir su uso efectivo, con intereses no muy claros.
Pero ya es de la mayor necesidad para Bogotá y el país pasar a la ofensiva, usar la inteligencia y rescatar la seguridad y la percepción de tranquilidad de la ciudadanía. Ya el momento de salir con escudos y quedarse quietos esperando que los vándalos los golpeen pasó, llegó el momento de ir a sacar de sus guaridas a todos los facinerosos y ante el primer encapuchado que aparezca usar la fuerza proporcional disponible, no cuando se salgan de control con decenas de ellos en el escenario; es a la aparición del primer brote, o antes, que hay que actuar. Con tres días de seguimiento de encapuchados, ya es para que muestren a la opinión pública quienes eran los encapuchados y que detecten y detengan a los que quedan en las calles, antes de que se agrupen, sigan vandalizando y destruyendo las ciudades.
Es hora de mostrar a la ciudadanía resultados contundentes, que muestren que la situación está bajo control y si todavía no la está, que vamos en camino de tener el control claro de la misma, que ya los ciudadanos pueden volver a su vida normal y pueden dormir en paz. Por favor ya no solo acciones reactivas, se requiere de carácter inmediato, para mi gusto ha debido ser desde antes, pero cuanto antes de manera proactiva ir a buscar los delincuentes y neutralizar a los extranjeros que todavía quedan delinquiendo, se acabó el momento de las medias aguas.
Todo el apoyo al Esmad, hay que ser muy fuertes con los vándalos, estar alerta en las manifestaciones para reaccionar al primer brote de violencia, cada minuto que pase hará necesaria una acción mayor, mientras tanto es fundamental seguir siendo amables y protectores con los estudiantes y manifestantes pacíficos, por ningún motivo lo contrario. El apoyo total a las Fuerzas Armadas, integradas por miembros del mismo pueblo y que tiene como función principal en estos casos proteger a la sociedad, en democrática obediencia a los gobernantes civiles, que fueron escogidos por el voto de los colombianos.