La OMS tuvo una creación contradictoria con el papel que ha tenido que desempeñar en el ámbito internacional. No fue creada como respuesta a la pandemia de 1918, que duró hasta 1920, fue creada como parte de las soluciones post segunda guerra mundial, como búsqueda de motivos para que los países trabajaran juntos en temas de común beneficio. A pesar que la pandemia de 1918 produjo alrededor de 50 millones de muertos, de los 500 millones de personas infectadas, y duró un poco más de dos años, el mundo no consideró que debía existir una organización mundial que liderara temas de salud como la pandemia anterior, incluso a sabiendas que cada 100 años había la posibilidad de que sucediera una.
Su creación se vino a dar a partir de 1948, lo contradictorio es que, se le vino a mirar con relevancia a partir de 1979, cuando se consideró que su papel en la eliminación de la viruela (no considerada como pandemia, pero de gran incidencia mundial) había sido importante.
Esta creación, más como resultado de la Segunda Guerra Mundial que de la pandemia de 1918, puede ser la causa de lo poco útil que ha sido en la guerra contra el Covid-19, antes con muchos cuestionamientos. Su demora en declarar la pandemia actual contribuyó a que esta alcanzara los graves niveles que ha tenido, sin dejar de lado los múltiples intereses económicos en juego, que parecen ser prioridad para muchos, sobre la necesidad de recobrar la salud mundial nuevamente.
Los resultados más contundentes de las caracterizaciones de la pandemia anterior se lograron hasta 2005, 57 años después de la creación de la OMS y no he encontrado información de qué tanta participación tuvo en los resultados alcanzados por Science and Nature. Lo más claro que se ha sacado de la pandemia de hace un siglo se obtuvo casi a la llegada de la pandemia actual, coincidencia no muy agradable de saber, además de preguntar: ¿bueno, y la OMS? Con tanto médico sabio, conociendo la recurrencia de un brote cada 100 años ¿qué hizo para impedirlo? o incluso ¿cómo nos preparó para esta nueva ocurrencia de la serie? Eso, dejando aparte las teorías de conspiración, que esta no haya sido causada por mano humana, con base en los hallazgos científicos de la anterior, rumores soportados en el conocimiento de los estudios que se hacían, incluso en el país de donde se supone que surgió el virus.
En medio de estos rumores, esta pandemia inexplicablemente se va prolongando y prolongando, con una OMS que poco ha servido para reunir y organizar iniciativas que con la tecnología de hoy busquen soluciones eficientes y definitivas. Un virus inánime, que según se nos dice muta inteligentemente, acomodándose a cada vacuna o posible tratamiento, y que da más duro y primero en los países más avanzados, mientras que la inteligencia de millones y millones de seres humanos no da con la forma de neutralizarlo. Algo realmente difícil de creer. Pero lo cierto es que cada vez que muta, los laboratorios venden millones y millones de vacunas de una nueva dosis, lo cual cada vez se hace más increíble y hasta nos lleva a la pregunta: ¿nuestro conocimiento y tecnología están siendo ocupados en mutar el virus con tanta precisión, o en la vacuna que acabe definitivamente con esta pandemia?
OJO, no estoy en contra de la vacunación, de hecho, estoy vacunado y con refuerzo. Hay que vacunarse. Una cosa es que no se sepa a ciencia cierta de donde viene el virus y como se dan sus extrañas mutaciones y otra es que no haga daño, los enfermos y los muertos no han sido mentira, ahí están.
Estamos en pleno siglo XXI, en que cada tres a seis meses la tecnología como la conocemos queda obsoleta, que estamos a pasos de llegar a marte, el turismo espacial ya es casi normal, se habla de seguimiento con chip y otros métodos que analizan casi cada uno de los fenómenos y parámetros del cuerpo humano, se reemplazan casi todos los órganos del cuerpo y ¿no somos capaces de ganarle a un virus que no piensa? ¿Hay alguien pensando por él? La verdad es que entre más nos quedemos sin respuestas, más dudas surgen de lo que está pasando, pero indudablemente la OMS nos debe muchas respuestas, además de acciones. No es posible que, esta pandemia dure más que la anterior – pensando que además se puede considerar casi que una variación de la anterior-, que 100 años más de tecnología nos tengan tan indefensos ante un virus sin inteligencia, como hace 100 años, no hay un solo pensamiento lógico que soporte semejante situación que vivimos.
¡Ya es suficiente¡ 2022 debe ser el final de la pandemia y ojalá se aproveche el verano, como terminó la anterior. La OMS actual no sirvió, antes ha complicado las cosas. Es necesario reestructurarla y crear una organización en su interior, estudiando realmente esta pandemia y previniendo la siguiente, que no falta el ambicioso que ya está soltando la bola que la próxima va a ser en menos tiempo que el intervalo actual de 100 años. Si se deja que estos virus sean fabricados y liberados, va a haber mucha gente muy rica, pero la salud física y mental de la humanidad no va a estar en condiciones de disfrutar este hermoso planeta, con tanta tecnología que hemos alcanzado en muchos aspectos, encontrando tantas soluciones, menos para los más vitales. ¿Qué importa el famoso calentamiento global, todas esas campañas de medio ambiente y tantas cosas que ni nosotros ni nuestros descendientes van a poder disfrutar, si nos la pasamos enfermos por estos virus mutantes, o encerrados o enterrados en vida que es casi lo mismo? Sin una entidad mundial efectiva que pueda hacer nada al respecto. Mínimo cambiar la presidencia, toda la Asamblea Mundial de Salud y parte de la organización, pero dos años de pandemia es inaceptable con la tecnología del siglo XXI que tiene la humanidad.