Han pasado nueve años desde que el Duque de Sussex fundó los INVICTUS GAMES. El príncipe Harry al final de su servicio en Afganistán, le tocó viajar en un avión militar, donde iban militares evacuados por graves heridas en combate. El enfrentarse en vivo con esta realidad lo puso a pensar sobre la necesidad de hacer algo por estos héroes y sus familias, que también eran afectadas, a quienes de un día para otro les cambiaba la vida.
Fue así como llegó a encontrar el papel del deporte en la rehabilitación física y sicológica de personas que han sufrido graves lesiones, perdiendo parte de su integridad física y algunos, sin perder ningún miembro, sufriendo estrés postraumático, al regresar de intensas situaciones de combate y de ver caer a su lado compañeros; situaciones que les cambia la vida, encontrando en el deporte una forma de ayudarlos literalmente a sobrevivir, a volver a tener una vida lo más normal posible en lo personal, lo familiar y con su comunidad.
De lo anterior surgieron los Juegos Invictus, como una competición deportiva internacional para militares veteranos que han sufrido lesiones o enfermedades en el cumplimiento de su deber, inspirados también por los Warrior Games de Estados Unidos. El objetivo que se trazó fue el de aprovechar el poder del deporte para inspirar la recuperación, la rehabilitación y la vida más allá de la discapacidad. Los Juegos Invictus además buscan reconocer y honrar el sacrificio y el servicio de los militares heridos y sus familias, los veteranos no solo son escogidos por su capacidad deportiva, también por quienes se pueden beneficiar más por el proceso que incluye llegar a las competencias mundiales.
En septiembre de 2014 se llevaron a cabo los primeros Juegos Invictus en Londres, con la participación de 13 países. Su nombre viene del latín, con el significado de Invencible, como lo es la fuerza de voluntad, el coraje y la tenacidad de cada uno de esos hombres heridos en actos del servicio dentro de las Fuerzas Armadas de sus respectivos países, unos juegos que inspiran a estos veteranos y quienes los observan en la recuperación y rehabilitación a través del deporte, dándoles también la oportunidad de entrar en contacto con pares de ya 20 países que participan en estos eventos.
Ya van 5 ediciones de estos juegos que cada vez van tomando más importancia entre los veteranos y aumentan sus expectativa de ser cada vez mejores en sus disciplinas: los segundos en 2016 se hicieron en Orlando, Estados Unidos; en 2017 en Toronto, Canadá; en 2018 en Sídney, Australia y en 2022 en La Haya, Países Bajos.
La próxima edición será del 9 al 16 de septiembre en Alemania. Bajo el lema “UN HOGAR POR EL RESPETO”. Düsseldorf, junto con las Fuerzas Armadas alemanas, acogerán a unos 550 competidores de 21 países, así como a unos 1.000 familiares y amigos para competir en diez disciplinas, para lo que ya cuentan con 1500 voluntarios. Llama la atención que estos esforzados deportistas participan en varias modalidades durante una semana.
Colombia participará por primera vez con 20 veteranos deportistas que lograron clasificar. Estos resilientes héroes colombianos competirán así: 6 en Atletismo (3 hombres y 3 mujeres), 4 en Baloncesto en silla de ruedas (2H y 2M), 4 en Ciclismo (2H y 2M), 4 en Natación (2H y 2M), 1 en Remo bajo techo (hombre) y 1 en Tiro con arco (mujer), es la primera vez que Colombia participa en estos deportes y es el primer país de Latinoamérica en clasificar a unos Invictus Games, la selección y el entrenamiento de los veteranos se hace en la Dirección de Veteranos y Rehabilitación Inclusiva, DIVRI, del Ministerio de Defensa, con colaboración del Ministerio del Deporte.
Nuestros veteranos deportistas se van a reunir entonces con los de otros 20 países, bajo el espíritu de camaradería y superación colectiva que se ve cuando rivales alientan y aplauden para que logren terminar una prueba. Bajo una filosofía resaltada dentro del nombre de Invictus Games, con las letras I AM en amarillo, que se inspira en el poema “Invictus” de William Ernest Henley, que da nombre a los juegos. El poema termina con las palabras: “Soy el dueño de mi destino. Soy el capitán de mi alma», que muestra la superación que emprenden los veteranos heridos en acción para no dejarse vencer por las adversidades y, a pesar de lo que han vivido, mirar con más optimismo y resiliencia ese futuro.
Los veteranos heridos en acción con secuelas de la guerra, que sintieron tanta desesperanza, que se impusieron nuevas metas por medio del deporte, al llegar a Dusseldorf ya cumplirán algunas de ellas y, al terminar esa semana, saldrán fortalecidos personal y grupalmente, obteniendo una medalla o sin ella volverán a vivir plenamente y almacenarán energía para continuar por ellos y por sus familias.
Tienen estos 20 guerreros la oportunidad nuevamente de representar a Colombia, de los 50 millones ¿cuántos pueden representar a su país? bueno estos resilientes héroes de la patria tienen la oportunidad de volverlo a hacer y de volver a lograr que su país se sienta orgullosos de ellos, por ser veteranos, por haber dejado parte de su vida por la patria y por seguir representándolos como nadie más puede hacerlo, una vez más.
Lo importante es acabar, como en el caso nuestro (Colombia), con la guerra intestina, y saber los promotores de ellas. Lo bueno es una vida saludable y llena de vigor.
Califica:
Apreciado Alfonso, gracias por leer el blog, de acuerdo contigo, pero no se puede planear sobre el deseo, todos quisiéramos que no hubiera guerra en Colombia e incluso en el mundo, pero eso no se acaba ni con el deseo, ni diciéndolo, es más, tanto en Colombia continua la guerra, como en el mundo, de hecho, hay un gran esfuerzo por rechazar cada día la guerra en Ucrania y en lugar de eso cada día los heridos en acción se multiplican. De manera que hay la necesidad de tratar de volver a llenar de ganas de vivir a estos hombres que tratan de evitar que los violentos se tomen los países y en nuestro caso la economía, las instituciones y la seguridad de nuestro país.
Califica: