Estuve pendiente de la carrera a la gobernación de Sucre y la mayoría de los candidatos hablaban de propuestas parecidas, con énfasis en seguridad y lo social. Desafortunadamente la conectividad no hizo parte de las mismas, a pesar de ser transversal a todo, y que una de las razones del subdesarrollo del departamento, dentro del subdesarrollo colombiano, es su falta de conectividad aérea y regular interconectividad terrestre entre los municipios del departamento.

La gobernación anterior se dio cuenta tarde de esto y terminó su periodo con bastantes pendientes al respecto. La alarma se dio cuando la conectividad aérea tocó fondo con la salida de Avianca y ADA, a pesar de tener un aeropuerto recién remodelado y una pista que, aunque dentro de los límites técnicos exigidos para el caso de Avianca, la tomaron de excusa para abandonar la ruta, llevándose los slots que tenían para Bogotá para otra ruta, si no estoy mal, vuelos desde Montería; y la falta de esos slots dificultan la llegada de más vuelos Bogotá – Corozal (CZU) de otras aerolíneas.

Al Avianca abandonar intempestivamente la ruta desde Bogotá, y a los sucreños en su totalidad, tocó acudir nuevamente a Satena, que había salido cuando regresó anteriormente Avianca. Al retornar Satena, se ha dado cuenta del gran potencial económico de la demanda de Sucre, a pesar de los costos administrativos más altos de sus dos aeropuertos, colocando vuelos tanto desde Corozal, recién remodelado, como desde el pequeño aeropuerto de Tolú.

Pero por mucho interés que Satena ha puesto tiene varias limitantes, la primera es el tamaño de su flota, lo cual no le ha permitido colocar más frecuencias y al no tener suficientes aviones de más de 50 pasajeros, la ruta no es tan eficiente económicamente como sería con aviones de 100 o más pasajeros, además el costo de combustible en Corozal y la falta de aprovisionamiento del mismo en Tolú, ni siquiera permite que los aviones pequeños con que cubre la ruta vayan con todos los pasajeros y de ida van con mucho menos pasajeros que su capacidad de sillas. Abaratar los costos de operación aérea en Sucre es una de las tareas prioritarias para favorecer esa conectividad, para lo cual Ecopetrol debe ser un aliado estratégico, de responsabilidad histórica, por el tiempo que ha aprovechado el golfo de Morrosquillo y cuyos funcionarios deberían volar desde el mismo departamento y no siempre por Montería por la falta de conectividad del departamento del cual se sirven, desde hace tantos años.

Con la gobernación anterior se desarrollaron iniciativas con el Ministerio de Industria y Turismo, quien tiene claro el potencial comercial y turístico de Sucre y con el mismo Satena, invirtiéndole a la publicidad de su ruta con las dos gigantografías de Las Tinas del Canal (Pozas de Colosó) y del Golfo de Morrosquillo, donde está ubicado Tolú, en sendos aviones, que garantizan el cubrimiento de la ruta de un año por cada uno, por contrato al menos hasta septiembre de este año. Pero, el inicio de operaciones en rutas como Barranquilla Corozal se encuentra aplazado, por esa falta de flota, que el gobierno nacional anunció aumentar, sin concretarse hasta el momento.

Una gran capacidad que tiene a favor CZU es la excelente iluminación y ayudas de navegación nocturna, que permitió usar aviones de su actual ruta en tres vuelos semanales, todos nocturnos, siendo esos los únicos vuelos desde Bogotá, obligando a los sucreños a viajar de noche, en ambas vías, con dificultad de conexiones hacia otras ciudades o al exterior en el mismo día y no aprovechándola para concretar otra idea que lleva seis meses en el tintero, como es la de que en vez de pernoctar en Olaya Herrera (EOH) aviones de Satena, guardándolos antes del ocaso, cubran más rutas y lleguen de otros destinos a CZU en la noche, aprovechando mejor su pequeñísima flota, que sigue sin cumplirse el anuncio de crecer. Últimamente, han ido aumentando frecuencias, desde septiembre sumaron otra frecuencia nocturna, desde finales de noviembre empezaron otra un poco antes del ocaso y otra desde inicio de diciembre, quedando en total seis vuelos semanales que normalmente salen full, o mínimo con un 82% de ocupación.

De manera que la mala fe de Avianca, de directivas extranjeras sin conciencia nacional, aunque igual de consentidos por la Aerocivil, combinado con la necesidad que si llegan otras aerolíneas a CZU hay que mantener a Satena volando a CZU, es uno de los retos y amenazas de gestionar con otras aerolíneas que lleguen a CZU a cubrir la inmensa demanda de los sucreños, que deben viajar por Montería e incluso por bus a ciudades como Barranquilla, Medellín y Cali, a los estudiantes de colegio que para salir de excursión deben viajar a Cartagena, Barranquilla o Montería por carretera o aérea por Bogotá para salir del país o ir a San Andrés Islas y ni que hablar de lo comercial, cualquier diligencia de un sucreño en las ciudades mencionadas o vacaciones hacia afuera significa pernoctada en esas ciudades para tomar vuelos al día siguiente a su destino final.

La gestión en conectividad aérea debe iniciar desde ya por parte de la nueva administración departamental, para que no pase lo de la anterior, empezó tarde y no pudo dejarla en condiciones al menos aceptables, aunque si con muchos pendientes. Uno de los obstáculos es que el tema de conectividad aérea/turismo está en cabeza del Secretario de Desarrollo, que en lugar de aportar soluciones, es un delay en el proceso y no hay un secretario que tenga esto con la prioridad que merece, para obtener resultados eficientemente, incluso en ordenes emanadas del gobernador. Debe haber una orden clara de prioridad de mejorar la conectividad y si en las múltiples tareas de un Secretario de Desarrollo no hay cabida para la adecuada prioridad, se debe responsabilizar a alguien de este tema como principal, llevando paralelamente el crecimiento de Corozal, Tolú y otras conexiones como San Pedro y hasta la conexión natural hacia Mompox que a pesar de ser de otro departamento usan Corozal como llegada aérea, para tomar carretera y lo mismo, les toca de noche o al día siguiente, todo mientras infraestructura alarga la pista, de manera urgente, para que supere las condiciones mínimas.

Teniendo un funcionario más consciente de las oportunidades y de gestionar la conectividad de Sucre se podría aprovechar la cercanía con Satena para darle el toque definitivo a la ruta Barranquilla-Corozal, tan anunciada, pero sin iniciarse hasta ahora, con vuelos para las Fiestas del 20 de enero, para los Carnavales de Corozal del 7 al 15 de febrero y los famosos Carnavales de Barranquilla, en que tantos sincelejanos, corozaleros y sucreños que viven o estudian en Barranquilla, viajan a aprovechar estas fiestas y visitar familias que solo algunos ven en navidades y eso, seguro muchos más, que no lo hacen por carretera, lo harían por vía aérea.

El problema de los costos aeroportuarios de sus dos aeropuertos, es afectado especialmente por el valor del combustible, el más caro del país, que encarece, resta capacidad a los vuelos de las aerolíneas y le sube el costo de operación, lo que hace que, al abrirse otra ruta en Colombia, prefieren irse a esa otra, reduciendo costos para esos mismos aviones. Además, hay que gestionar con aerolíneas que tengan aviones de mas pasajeros, para que el largo trayecto BOG-CZU sea más rentable y se puedan bajar los costos de los pasajes, lo que aumentaría aún más la demanda.

Esto de cambiarse a otras rutas por lo relacionado pasó con Easyfly, ahora Clic, al quedar con el monopolio de la ruta Medellín-CZU les bajó frecuencias a sus vuelos, si absurdo, que al no tener competencia que podría tomar la demanda de las dos aerolíneas, saca aviones y los manda a otras rutas más rentables (por costos de operación, no falta de demanda). Los sucreños pagan las consecuencias de quedarse prácticamente sin vuelos y la disculpa de empresas como Avianca y Clic es que falta demanda, lo cual no es cierto y mucho menos en temporada alta como en la que estamos, en que salen sus vuelos llenos con los cupos que quieren vender y todavía en una cantidad mayor a los que logran salir por Corozal y Tolú, les toca salir por carretera por Montería, Cartagena y Barranquilla, pero a mucho mayor costo y grandes incomodidades para los sucreños.

Como se ve, el problema de la conectividad no es solo BOG-CZU y la falta de conexión directa, con Barranquilla, Cali, Cartagena, Valledupar, etc, también en esa ruta Medellín-Corozal, operada ahora solo por Clic, que llegó a tener cinco frecuencias diarias de lunes a viernes (25 vuelos), tres vuelos los sábados y dos los domingos, repartidos, asi: Lunes a viernes: 2 vuelos de ADA de 32 pasajeros y 3 tres vuelos de Easyfly de 30 y 50 pasajeros; los sábados: 1 vuelo de ADA y 2 de Easyfly; los domingos: un vuelo de ADA y uno de Easyfly, ambos de 30 sillas. Hubo un periodo que a la semana se disponían de 1.014 sillas para volar en cada trayecto entre estas dos ciudades, para un total de 2.028 sillas globales semanales en la ruta Medellín-Corozal-Medellín, 8.112 sillas al mes y dos operadores; el colmo es que ahora quedando Clic con la ruta, lo disminuye y no es por falta de demanda, porque esta incluso crece, es por rentabilidad de la ruta por costos de operación, aunque también por su capacidad de flota, al tener que enviar vuelos en la ruta Medellín Tolú.

Se requieren urgente más aerolíneas cubriendo los destinos de Sucre y eso es una gestión que debe hacer la Gobernación de Sucre, afectando favorablemente los factores que encarecen y dificultan el cubrimiento de sus rutas, la cámara de comercio de Sincelejo permanece dormida y alejada del problema de conectividad, las fuerzas vivas de Sincelejo y el departamento, no muestran conciencia en la necesidad de la conectividad y como favorecería esto a su comercio, turismo y bienestar de sus habitantes. Gran oportunidad para la primera mujer gobernadora de Sucre, que puede marcar el punto de inflexión en el desarrollo de este gran departamento en tamaño, que esperamos que lo sea en espíritu, desarrollo, así como en la mejora del bienestar y producción de sus habitantes.