Ilustración: Tina Ovalle

Encuentro en mi página de Facebook un artículo publicado por El Tiempo, se trata de un compilado de los mejores comerciales de la época escolar -tentador para los nostálgicos compulsivos-, entonces lo abro con el entusiasmo de los oficinistas que viajan a través del tiempo un viernes por la tarde. Viajar por el tiempo un viernes por la tarde, ¿qué más puede pedir un empleado que pasa ocho horas al día en un cubículo? Mi papá siempre dice que para poder viajar hay que dejar los audífonos y concentrarse en el trabajo. Trabaja duro y no escuches música, te distraes, repite cada tanto, pero ignora que los audífonos son la máquina del tiempo de esta generación. Esta mañana por ejemplo estuve en 1993 –el año en que escuché por primera vez Tuve tu amor de Charly García-, y volví al barrio en donde vivía cuando me enamoré de Laura. Sufrí por ella en silencio porque jamás me animé a pedirle siquiera un beso, uno de pequeño se enamora sin exigencias. Cuando somos adultos confundimos al amor con el comercio, ya saben: yo pago hoy y te espero en mi cama mañana.

En 1993 estaban de moda esos comerciales del artículo, Andrés Escobar seguía con vida y soñábamos con ganar el Mundial de fútbol. Yo giraba en torno a ella, aún lo hago cuando me da nostalgia los lunes por las madrugadas. No sé de donde viene esa obsesión por extrañar el pasado, como si jamás pudiéramos volver a sentirnos mejor que nuestras versiones anteriores. A mucha gente le da la risa boba a mitad de la comida, no sé a cuántos nos dan ataques de recuerdos a mitad de la noche. Yo quedo sentado en el borde de la cama mirando a la nada, como si estuviese atrapado en el tiempo y la música se apagara para siempre. Deberían inventar una forma de viajar al futuro, al año 4560, cuando ya no quede nada de lo que somos ahora y sobrevivan solo las canciones que nos acompañaron en tanta cosa. Espero que un medio de comunicación publique las mejores obras musicales de hoy y Shenandoah de Magnolia Electric Co  esté en la lista, hay qué ver cuántos viajes al pasado puede alguien aguantar con una canción así.

 

 

@jimenezpress

 

Ilustración: Tina Ovalle