Cuando se construye y mantiene un portal en la Web hay unos esfuerzos adicionales que se deben ejecutar para garantizar que nuestro sitio Web exista ante la comunidad.
En el análisis de los fracasos y éxitos de las incursiones en la Web surge en forma repetida ese sinsabor de mucho dinero y energía invertidos en un sitio, con muy bajos resultados. Es probable que se haya seguido el proceso válido para la planeación del contenido, la coordinación de los diferentes actores que intervienen en el proceso de construcción, y sin embargo, tenemos muy pocas visitas.
Si estamos hablando de portales netamente corporativos, o desarrollados para un grupo cerrado de usuarios, como podrían ser los clientes de una empresa, o los proveedores de la misma, realmente las estrategias de hacer conocer la existencia del portal y generar tráfico por parte de los usuarios no son difíciles, y están claramente demostradas que funcionan. Para los clientes hay que ofrecerles un valor agregado para acercarse al portal, bien sea en una atención más rápida de un reclamo o queja, o la posibilidad de "jugar" con el producto antes de comprarlo. Para los proveedores, simplemente es de "adherencia", o se meten al portal, o no les compramos (como último recurso, pero muy efectivo).
Cuando efectuamos la construcción para nuevas ventas, atendiendo un mercado tan amplio como el que se encuentra en Internet, hay unos esfuerzos adicionales, tanto al interior del sitio, como en forma externa, para garantizar que nuestro sitio Web exista ante la comunidad.
No todo está terminado de inventar con las tecnologías Web, pero lo que si es claro es que la puerta de entrada a la Web es un buscador y si usted no está en él, no existe. Puede leer más sobre la temática aquí y ver estadísticas que corroboran esta aseveración.