Uno de los requisitos para que la información sea utilizada es que esté disponible donde se requiere, cuando se requiere, y completamente actualizada. Al colocarlo así, pareciera que fuera una lista de deseos inalcanzables, y efectivamente lo fue por mucho tiempo.

Anteriormente se tenían sistemas centralizados, a los cuales se accedía a través de unas terminales "brutas", que luego fueron paulatinamente reemplazadas por PC’s en la medida que estos iban apareciendo. La conexión más lejana que se podría establecer era de 1000 metros para cableado coaxial. Con estas tecnologías se hacía imposible garantizar que se puede llevar la información donde se requiera. Las redes internas en las compañías se empezaban a estructurar, y el concepto de conexiones punto a punto se salía de la capacidad presupuestal de la mayoría de las empresas.

Luego vino el modelo cliente/servidor, que pretendía reemplazar la posibilidad de conectividad con la posibilidad de tener a disposición en el cliente (el equipo que directamente utiliza el usuario) la información básica con la cual el usuario puede tomar decisiones. Se sacrificaba la exactitud en el tiempo de la información, por la portabilidad. Con el advenimiento de equipos portátiles, los vendedores podrían hacer sus rondas con la lista de precios, pedidos pendientes, estado de producción de la fábrica, y el estado de cartera de los clientes, y tener la información en cada visita. Aunque la información podría no ser del todo exacta, era mucho más de lo que antes se podía manejar con listados. Ya se podría efectuar procesos de sincronización periódica para actualizar la información en el servidor.

La red seguía siendo el factor complejo en la ecuación, y en una buena cantidad de planes estratégicos de tecnología, definiendo arquitecturas, la mayor preocupación era el calculo del tamaño de los archivos de sincronización, y en establecer la posibilidad de esta sincronización mediante conexiones telefónicas directas al servidor.

Con la Internet, el establecimiento de redes privadas virtuales sobre la red, la telefonía móvil, las redes inalámbricas de último kilómetro, y toda suerte de nuevas tecnologías, queda resuelta la problemática de la conectividad. Hoy por valores de US$15 aproximadamente, se puede manejar una conexión a Internet desde un portátil, a una red fija. Por un poco más, la conexión se hace a través de banda ancha inalámbrica, y redes de celulares.

Esto permite que todo el procesamiento ahora se efectúe en el servidor, que la red cumpla su propósito de transmitir, pero ya no información para que repose en el dispositivo cliente sino, la respuesta que se requiere. Esto permite que los dispositivos que utiliza el usuario para acceder a la información sean cada vez más pequeños, con menos necesidades de capacidad de cómputo, y al ser menor la información a transmitir ya que son solo los resultados, tampoco se requieren grandes anchos de banda.

Es curioso entonces que habiendo ya toda esta tecnología, no solo disponible, sino asequible, todavía se estén diseñando sistemas que requieren grandes inversiones en equipos cliente y grandes inversiones en conectividad y anchos de banda para transmitir datos. Las inversiones ahora deberán estar centradas más bien en garantizar el acceso a las personas autorizadas, pero de la misma manera proteger la información del acceso de intrusos. Adicionalmente, estando tanto el procesamiento como la información concentrada en un solo sitio, su administración es mucho más fácil.

Para ilustrar, nos podemos valer del ejemplo de la instalación de un antivirus en cada PC de la compañía, o en su defecto, la instalación de un servidor antivirus, por donde pasen todos los archivos y el correo. Cada vez que haya una actualización del programa o de las definiciones de virus que permiten su detección, habría que recorrer, en el primer escenario, cada PC para garantizar su actualización. Usando un servidor, no se requiere más que una sola actualización.

Aunque suena a disparate, la concentración del procesamiento y de los datos, permiten que estén disponibles desde cualquier parte, dándole a la información casi el don de la ubicuidad. Además, se sabe que esta es la información más actualizada, más precisa disponible en el momento de la toma de decisión. La tendencia entonces es al procesamiento en el modelo cliente/servidor más del estilo de la Web, donde el cliente solo usa el visor de Internet, y el resto se efectúa en el servidor, gracias a la conectividad que proporcionan las redes actuales. No se pierda la oportunidad de tomar decisiones con información oportuna.

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