Es claro que la Web solo se lleva utilizando por 15 años, el tiempo que lleva desde su invención, y que para usos comerciales solo hace aproximadamente 10 años, pero la capacidad de análisis y aprendizaje sobre estas tecnologías, y la cantidad de información y recomendaciones sobre la construcción de sitios Web, daría para no ver los mismos errores cometidos sitio tras sitio.

Como acostumbro a decir cuando departo con otros profesionales, decir que hay "expertos" o "gurús" del mercadeo por Internet, o de la construcción de sitios Web, es absurdo, en especial cuando estas temáticas solo llevan unos pocos años de desarrollo. Sin embargo, hay algunas tendencias y recomendaciones de primera mano que son muy obvias, pero tal vez hacen juego a esa premisa de que "el sentido común es el menos común de los sentidos." Nos dejamos engolosinar por toda la capacidad de la tecnología existente, y se nos olvida el objetivo del sitio.

Por alguna razón, los sitios que hemos revisado en el curso de nuestra labor de consultoría, indistinto del tamaño de la empresa, o el presupuesto para su construcción, abusan del mismo error, un desperdicio de la página de inicio a diestra y siniestra. El error más grave es no tener definido claramente para qué es que se está construyendo el sitio, que secciones tendrá, como atraeré a mi visitante, y por último, cómo lo convierto en mi cliente, que es el último pero el más importante de los pasos. Pero de esto ya hemos escrito suficiente, tanto sobre su importancia, como en la forma de llegar a estipular estos objetivos y definir las métricas para la evaluación del logro de los mismos.

Acto seguido, observamos páginas de inicio que parecieran ser cortadas con la misma tijera. Hay una necesidad dispendiosa de utilizar Flash en las páginas de inicio. Si, es una herramienta o tecnología gráficamente agradable a la vista, y permite la generación de movimiento y llamar la atención del visitante. Pero como todas las herramientas, hay que saberlas usar. Tiene que quedar muy claro que el portal que está desarrollando no es una vitrina para el diseñador en flash, sino que debe cumplir el objetivo del negocio. En algunos portales la introducción es en Flash, con el consabido "Saltar Intro" que incluyen todas. Bonita la primera vez que se ve, pero si soy un cliente que quiero volver, no quiero ver más la introducción. Es más, si entro a una tienda de libros, lo que quiero es ver las novedades, no un flash diciéndome ¡lo bueno que es leer!

La página de inicio se debe mirar como un plano de un apartamento (lo mismo se debe hacer con las páginas interiores, pero la de inicio cobra más importancia). Hay un área útil de esta página, y esta área útil, por resultados de análisis en múltiples sitios, es la que se encierra en lo que se puede ver con el visor de Internet (Explorer o Firefox) completamente extendidos en una pantalla de resolución de 800×600 píxeles (que serían los equivalentes a los metros en el símil del apartamento). Para efectos prácticos tomaremos los píxeles como centímetros, y estaríamos entonces hablando de una distribución de piso de 48 metros cuadrados.

En este espacio, no le dedicaríamos 20 metros a la puerta de entrada, 10 metros a la sala, y 10 metros a la cocina. La distribución debe ser acorde con el objetivo. La puerta de entrada ocuparía mucho menos espacio que la sala y la cocina. Este mismo símil se puede traducir a la página de inicio. Es claro que se debe incluir la identificación de la compañía, las herramientas de navegación como un menú, y las herramientas de búsqueda interna en el sitio. Pero esto no debe ocupar más del 20% de su página. El otro 80% de la página se debe dedicar a transmitir la propuesta de valor para su visitante, y engancharlo en lo que sea su objetivo para el portal (se registre en el mismo, deje un comentario, se suscriba a un boletín, o compre un libro).

Revise su diseño, revise la página de entrada a su portal, y si no está cumpliendo con esta regla, rediseñe antes de seguir enviando tráfico a la misma, porque estaría desperdiciando este tráfico, con una dificultad alta en el visitante para entender "¿que me ofrecen?" o "¿para qué es este portal? Claro que la mayor dificultad radica no en el diseño en sí, sino en la falta de definición del objetivo del portal. No pierda su tiempo y su dinero engrosando la larga lista de sitios que no transmiten la propuesta de valor ni incitan a la acción. ¡Empiece por su página de inicio!

Más información:

Evaluacón Gratuita de Sitio Web:

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