Las cifras no mienten, ni sus tendencias tampoco. En los países desarrollados más del 50% de las personas de conectan a la Internet, y en los menos desarrollados ya se logran cifras del 15%. La conexión a la Internet ha sido la tecnología que más rápido ha obtenido adeptos, inclusive comparada con el televisor y la radio entre otras. No se prevé que esta tendencia tenga un viraje hacia el negativo, sino más bien se proyecta que todo le mundo (y todas las cosas!) estarán conectadas a la Internet de una manera u otra.
Hoy ya se hace indispensable, para muchos de nosotros, tener la conexión a la Internet activada. Aquella época de encender el computador, y solo conectarnos unos minutos marcando por un modem, para muchas personas ya es historia. También hay que tener en cuenta que en aquella época, era poco lo que había para hacer con Internet. Si acaso revisar el correo electrónico y visitar un par de sitios de interés.
Hoy Internet es prácticamente todo. Tal vez para los que pasamos de 35 años, todavía recordamos que se hacían muchas cosas, tan solo hace 10 años, sin tener que pasar por la Internet. Sin embargo para los menores de 25, que llevan toda su vida laboral pegados de la red, y peor aún, para los menores de 20, que llevan toda su vida útil pegados de Internet, es imposible concebir la vida sin acceso.
Las bondades de la Web y sus tecnologías hacen que le menos interesado termine "enviciado" por la red. La posibilidad de hablar gratuitamente por teléfono con los amigos lejanos, el uso y el abuso del correo electrónico para mantenernos en contacto con todos los amigos (sin importar que esté en la habitación del lado!), el uso del Messenger para organizar la próxima reunión, o para desarrollar actividades laborales que con otros medios tomaría muchas horas y hasta días.
Ahora estamos pasando de lo trivial a lo importante en la Web. La tendencia indica que el cómputo está pasando de estar en el PC a estar en la Web. Ya existen, para citar solo un par de ejemplos, sistemas de manejo de "favoritos" en sitios en Internet, de tal manera que tengamos acceso a ellos y hasta los podamos compartir, desde cualquier parte donde nos encontremos. También surgen servicios de manejo de información de contactos centralizados en la Web para incorporar los de su agenda digital, su celular, y los del sistema de correo electrónico.
En últimas, lo primero que hacen los computadores de hoy es buscar una conexión a Internet, y el primer mensaje funesto que podría recibir uno al encender el computador, es que no se ha podido obtener una conexión a Internet (o la mas moderna, que hay conexión pero se tiene "acceso limitado a Internet", lo que en últimas significa que no hay Internet!).
Sin conexión no podemos usar Google, leer el correo electrónico, leer el periódico, ver la programación de televisión, sintonizar nuestra propia emisora de radio, consultar el calendario compartido, conectarnos con los socios por el sistema de mensajería, y hasta compartir el chiste de la mañana. Lo que se siente cuando no hay conexión se ha llegado a comparar con el síndrome de abstinencia, que sienten los viciosos (tabaquismo, drogas, alcohol, y hasta trabajo) cuando no pueden atender el vicio. ¿Será que nos hemos convertido en unos viciosos de Internet? ¡Entró por el patio de atrás, a regañadientes, y ahora está sentada en la mitad de la sala, para quedarse! Hoy podemos aguantar un poco sin conexión, pero en unos años (o meses) será como el servicio de agua o energía, se nos complica la vida cuando no lo tenemos.
José Camilo Daccach T.
DELTA Asesores
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