Creo que muchos de ustedes estuvieron afectados por el "corte de la fibra óptica que une a Sur América con la Internet" (entre comillas, porque es lo que recitan las personas de soporte de los diferentes proveedores de Internet. Acto seguido, la frase de cajón es "es un problema que se sale de nuestras manos y no sabemos cuando quede resuelto".
Para los que trabajamos POR Internet, y el POR está en mayúsculas porque hoy en día muchos trabajamos por la red, y estar desconectados de la misma implica prácticamente una parálisis del trabajo, similar a lo que sucede hoy en las empresas cuando "no hay sistema".
El acto terrorista del 11 de septiembre, conocido como el 9/11 y la alta dependencia en la tecnología informática, convirtieron a los planes de contingencia en planes de continuidad. La razón es sencilla, ya no podemos tener una contingencia (algo que ponemos a andar, con funcionalidad restringida mientras se resuelve un problema que permita dar la funcionalidad completa) sino que el uso de las TIC hoy exige una continuidad en el servicio, de TODOS los servicios.
Antes de poder entrar a proponer soluciones al problema, es indispensable hacer un "mapa" de cómo opera la conexión a la Internet. Para el común de las personas/empresas, hay una conexión entre su casa/empresa hacia una empresa proveedora de servicios de conexión, entre los que se encuentra Internet (ISP, Internet Service Provider). Estas empresas, a su vez contratan con los grandes proveedores de acceso a la Internet, precisamente esta conexión.
El acceso a servicios que se encuentren en el país, sería muy sencillo solo si todos los proveedores se encontraran interconectados. Es decir, la empresa que me provee acceso a mi, con la empresa que le provee acceso a su empresa, o donde tiene alojado su sitio Web.
Una de las posibles soluciones es establecer este tipo de "intranet" de país. Curiosamente la tecnología para hacer este tipo de interconexiones existe hace muchos años, lo que ha faltado es voluntad política para obligar a las empresas proveedoras que realicen esta interconexión. Inclusive, la conexión física ya existe entre muchas de ellas, sin embargo las ganas de darse el servicio respectivamente, con costos razonables, es lo que hace falta.
Es aquí donde se necesita la fuerza de la ley, y no en vano, en la mayoría de los países donde el servicio de las telecomunicaciones se considera importante, está regulada, de una forma u otra, pero regulada. Es muy sencillo en países como Colombia, generar una ley que obligue entonces a las empresas proveedoras de Internet, que se interconecten.
La otra "pata" de esta solución, estiba en la necesidad de tener alojados los sitios Web de servicios en proveedores locales de alojamiento. El acceso a contenido local, con la red arriba establecida, no requeriría acceso a Internet, por lo que puede pasar una hélice de un barco, un submarino perdido, o un tiburón hambriento (todas partes de las razones que esgrimieron sobre la ruptura del cable) y romper estos cables submarinos, y todavía podríamos tener acceso a los contenidos locales.
Otros países cuentan con conexiones alternas a las que hay en el Caribe, que pasan por el Sur de Sur América, hacia Norte América. En frente de Colombia hay una manga esperando que alguien la hale hacia Buenaventura, en la costa pacífica. Esta podría también ser parte de la solución, teniendo otra alternativa más de conexión a la Internet. Sin embargo, por ahí también pasan barcos, submarinos, y tiburones, por lo que solo sería uno de los eslabones de la posible solución a la conectividad, pero no al acceso al contenido local.
Estamos en mora a nivel de cada país, en legislar para obligar a las empresas, sean públicas o privadas, a garantizar la prestación de sus servicios, haya o no conexión a la Internet. Como lo mencioné arriba, el problema no es de tecnología sino de ganas.
No puedo terminar sin antes tomar el problema por otro lado. ¿Quién responde por la calidad de los servicios prestados al usuario final? El nivel de calidad internacional exige, como norma, una disponibilidad del 99.96% de acceso a los servicios. en términos prácticos esto significa que el nivel aceptable de no contar con el servicio es de menos de cuatro horas EN UN AÑO, y esto aplica para todos los tramos, de la conexión de su empresa/hogar hacia el proveedor de Internet, y del proveedor de Internet hacia los servicios de conexión. Sin embargo pareciera que esto fuera solo un número en un contrato, y no hay exigencia en su cumplimiento. El tema no es de multas, ni que devuelvan el valor pagado. Nada repone la productividad perdida durante la desconexión.
El desarrollo sostenible de los países en vías de desarrollo está fincado en el acceso a las tecnologías de información y comunicaciones. Es hora de hacer coherencia entre el deseo y la acción; es hora de garantizar desde el estado, que la infraestructura para que los generadores de productividad puedan dedicarse a lo suyo, esté en pié con calidad seis sigma.