Antes solo se podía comprar la tecnología informática, y las inversiones eran enormes. Hoy se puede acceder a la tecnología mediante otras alternativas que permiten aprovechar la misma mucho más rápido.

 

No solo han cambiado las tecnologías informáticas y la forma como las aplicamos tanto a los negocios y ahora al uso personal, sino que también han cambiado los modelos económicos bajo los cuales medimos su impacto y decidimos las inversiones.
Nos concentraremos en el uso de la tecnología en los negocios, no sin antes recordar que en el ámbito personal, hemos ido adoptando tecnología informática a tasas de alto crecimiento y penetración, como el uso de celulares inteligentes, ver televisión en dispositivos móviles, música, llamadas y videoconferencias, y mucho más. Cada vez por el mismo precio se obtienen mayores funciones.

Volviendo al ámbito empresarial, es necesario separar los diferentes componentes en los que se invierte en tecnología informática para poder validar las tendencias en la economía de cada uno. Daremos un vistazo a los temas concentrados para infraestructura, programas de usuarios, y consultoría.

En el tema de infraestructura encontramos varios componentes, desde las máquinas donde se almacenan y procesan los datos, hasta las redes de comunicación que permiten la distribución de los resultados. Se incluyen en este rubro también los dispositivos de usuario final, como los PC de escritorio, las tabletas, celulares, etc. Ha ido migrando al concepto de infraestructura los elementos de software requeridos para que ella opere, como sistemas de respaldo, sistemas operativos, bases de datos, entre otros.

La tendencia en todo el tema de infraestructura se compone de dos elementos: uno para la adquisición, y otro para la prestación de servicios. En el caso de adquisición, los precios cada vez son menores para acceder a mayor capacidad, tanto en procesamiento como almacenamiento y telecomunicaciones. La Ley de Moore, donde cada 18 meses se duplica la capacidad de computo está todavía vigente, pero debemos agregarle que también los precios disminuyen para acceder a estas tecnologías.

Dado que la adquisición implica una erogación importante al principio, que si bien contablemente se puede distribuir en el tiempo, o se puede financiar, no deja de tener riesgos altos de obsolescencia, por lo que hay una tendencia marcada a que la infraestructura sea brindada por un tercero. En este orden de ideas, las empresas que utilizan infraestructura provista por terceros, solo deben ocuparse de acceder a ella para utilizarla. Todas las demás tareas de mantenimiento, optimización, soporte y actualización corren por cuenta del proveedor.

La tendencia aquí no es tanto a ahorrar en costos directos, sino en gastos operativos. Es muy probable que el arrendar infraestructura salga inclusive un poco más costoso que el costo directo de adquirirla, pero cuando se incorporan gastos operativos, se ve el beneficio, además de los de mantener una infraestructura optimizada y actualizada, y la agilidad con la cual se pueden crecer sus capacidades.

Para el software aplicativo, la tendencia está teniendo una fuerte inflexión a pasar de tener que comprar las licencias para que durante un año de implementación, no se utilicen para nada distinto a la configuración, a alquilar el uso del software. En estos casos también se traslada al proveedor toda la operación del mismo, no solo en el afinamiento para que opere rápidamente, sino también en la implementación de arreglos y/o actualizaciones que periódicamente los proveedores de software generan.

También sucede lo mismo que en el tema de equipamiento. Alrededor de los 24 o 36 meses de arrendamiento se podría decir que quedan pagadas las licencias adquiridas, sin embargo hay que sumarle todo lo que implica mantenerlas, sintonizarlas, volver a probar con cada cambio que se implemente, entre otras labores operativas que también tienen un costo.

En algunas empresas, la mayor ventaja que se ha visto al software arrendado es que se limitan mucho los cambios que la empresa pueda hacer sobre el software, permitiendo pasar de la sistematización de vicios, a la implementación de mejores prácticas procedimentales.

Tal vez el cambio más representativo se ve a nivel de consultoría. Es claro que aquí es donde menor posibilidad de reducción hay porque se trabaja en horas hombre, transfiriendo los conocimientos desde los consultores del proveedor a los usuarios en el cliente. Sin embargo, comparativamente dentro del costo total de la tecnología, estos rubros cobran cada vez más relevancia, por la baja en los demás rubros. Es aquí donde los proveedores han empezado a transferir actividades a los clientes, como la actividad de capacitación, donde ya el proveedor no capacita a todas las personas de la compañía, sino que “entrena al entrenador” y es este entrenador de la compañía que se encarga de capacitar a los demás funcionarios.

La tendencia general sigue siendo tercerizar lo que más se pueda, infraestructura, servicios básicos como operación y mantenimiento, construcción de software, operación y mesa de ayuda, entre otros, no solo por los temas económicos sino que permite que las Gerencias de TI se puedan concentrar en la explotación de estos recursos técnicos para generar valor en el negocio, y no tanto a mantenerlos andando!

En la próxima entrega: Exprimiendo la tecnología para generar valor