El discurso de Hillary Clinton en la Convención Demócrata dejó clara su intensión de apoyar la candidatura y presidencia de Barack Obama. Su decisión aparte de unir al partido, muestra que sus políticas están en línea con las de Barack, que de salir electo, llevará a los Estados Unidos a realinearse con países que han sido sus aliados históricos contra el terrorismo y el calentamiento global, retomando para el país la posición de prestigio e influencia en el ámbito mundial.
Hillary enfatizó que hay que recuperar el sueño americano, y que eso se logra defendiendo a las clases menos favorecidas, tal y como Barack lo pregona. Validó a Michelle Obama como la primera dama de la Nación y a Joe Biden como su vicepresidente, dándole la indicación a sus propios seguidores, de que hay que votar por Obama.
El discurso, que levantó a los asistentes de sus asientos y cargó a los demócratas de energía positiva, marco el final de su campaña, que terminó adhiriendo a la de Barack. Algunos sectores y críticos consideran que ha sido el mejor discurso de su carrera, tal vez porque no iba dirigido a publicitarse ella misma, sino a sustentar una causa conjunta de los demócratas en beneficio del país.
Así mismo, Hillary demostró que es de talla presidenciable y que de haber quedado como la candidata del partido, hubiera sido una aspirante llena de dinamismo. Por primera vez se vio segura, lució auténtica, fue generosa, espontánea, se expresó con naturalidad y tuvo gracia.
Y si bien no respondió la pregunta de por qué atacó a su contendor de forma tan despiadada en las primarias, la imagen que queda en el público es la de su apoyó incondicional a Obama. Con ello unificó al partido demócrata y enderezó su propio futuro. Hay quienes creen que los Clinton no dan puntada sin dedal y consideran el evento como antesala a una eventual campaña presidencial en cuatro años. Su mensaje entre líneas fue: Soy una demócrata y debemos seguir luchando por nuestros ideales, hay que votar hoy por Obama porque compartimos las mismas políticas y si él sale electo yo les daré continuidad en el 2012.
Antes de la convención demócrata solo un veinticinco por ciento (25 %) de sus seguidores iban a votar por Barack. La historia mostrará si la unión del partido y la validación de Hillary lograrán convencer a sus votantes de apoyarlo, y así desnivelar la balanza en favor del partido.
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