El amplio debate que generó el artículo Colombia: ¿Un país de lectores? publicado el 16 de febrero de 2009 en blogs del Tiempo, es indicativo de que el valor de los libros y el hábito de la lectura es un tema fundamental en nuestro país.
Si bien hubo comentarios en varios sentidos, muchos de ellos coincidieron en dos puntos fundamentales. 1. Los precios de los libros en Colombia sí son muy caros y; 2. En el país no existe el hábito de la lectura.
Si bien una tiene relación con la otra en éste artículo me enfocaré en el primer punto y dejaré el segundo para un siguiente escrito.
Como se explicó en Colombia: ¿Un país de lectores? los precios de los libros en Colombia son muy costosos comparados con los precios de los libros en los Estados Unidos, en donde el ingreso per capita de un estadounidense común es siete veces mayor al de un colombiano promedio. Para ello se compararon dos novelas. «The sun also rises», de Ernest Hemingway, comprada en la librería Borders del centro de Filadelfia a un precio de quince Dólares (US $15.oo), y El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez, adquirida en la librería Biblos de Bogotá a un precio de cuarenta y cuatro mil pesos ($44.000.oo), es decir, casi un tercio más cara con relación a la obra de Hemingway de acuerdo a la tasa representativa del mercado imperante al 20 de diciembre de 2008, que era de dos mil ciento sesenta y siete pesos ($2.167.oo) por Dólar (US $1.oo).
Algunos foristas consideraron que esta comparación no es esclarecedora, en vista de que el número de libros que se imprimen en Colombia no puede compararse al de los Estados Unidos, donde se imprimen miles de libros en una tirada inicial. En Colombia se imprimen dos mil o tres mil libros por tirada. La desigualdad en los tamaños de los dos mercados es sin duda un factor a tener en cuenta dentro de nuestro análisis. Un forista que escribe bajo el pseudónimo de Kempis expuso la situación de la siguiente manera: «Yo explico la paradoja en los precios de los libros utilizando el principio de la oferta y la demanda. Una obra literaria de actualidad en Estados Unidos fácilmente recupera la inversión debido a que la compra es masiva. En Colombia nadie compra los libros y para ofrecerlos las editoriales se ven obligadas a aumentar los precios. Garantizar la venta de un libro en Colombia es muy difícil, de ahí los precios. Es el círculo vicioso del huevo y la gallina… nadie compra porque los libros son caros pero los libros son caros porque nadie compra». Lo anterior no admite discusión. Es evidente que entre más libros se impriman en un tiraje, el costo de producción baja.
En ese mismo sentido Kempis indicó que otra de las ventajas que existen en los Estados Unidos es que una vez el libro pasa de moda los precios se reducen debido a que las editoriales han recuperado la inversión y necesitan liberar el inventario.
A lo anterior habría que sumarle el hecho de que en los Estados Unidos hay otras opciones como la compra de libros usados por Internet en portales como Amazon, Ebay o Half.com, lo cual ha incidido en la reducción de los precios de los libros nuevos.
Varios foristas coincidieron en afirmar que los altos precios de los libros en Colombia en efecto desestimulan la lectura, ya que alejan a los lectores de las novedades, obligándolos a leer lo que esté al alcance de su bolsillo y no lo que en realidad quisieran. Uno de los ejemplos más interesantes fue el de Sandramr1 quien indicó que vivió durante cuatro años en Inglaterra donde se contagió del fuerte hábito de la lectura. Dijo leer en un (1) año más libros de los que había leído en toda su vida en Colombia, pero cuando regresó al país, no le fue posible «continuar con la sana costumbre» por los precios altos de los libros.
Aunque nunca es lo mismo leer un libro desde la pantalla de un computador que tenerlo impreso en papel, en donde la experiencia del lector es mucho más sensorial, la persona lo puede oler, palpar con las manos, visualizar sus pliegues y formas a medida en que las hojas van pasando, los altos precios fomentan la lectura en pdfs y la lectura a través de Internet, así como la impresión y venta de libros piratas que se venden en semáforos. La piratería de libros es un subproducto del alto precio de los libros. Varios foristas admitieron comprar libros piratas ante la imposibilidad de pagar el valor del libro. Otro subproducto creado por el alto costo de los libros es el de las fotocopias, actividad latente en las universidades del país.
A éste respecto me permito citar lo que Roberto Umaña, un lector del Tiempo, me escribió a mi correo personal en relación a una investigación que hizo el año pasado en una editorial. Según él, dentro de los principales factores que encarecen los libros se encuentran el de los impuestos, la piratería y el de las fotocopias. «Hice un comparativo del número de libros comprados por universitarios, y el número de libros exigidos en promedio por semestre. De acuerdo con el análisis, si los universitarios no se dedicaran a fotocopiar libros, y los profesores exigieran el uso de un (1) libro para cada materia, nos encontraríamos con una producción sesenta y siete por ciento (67%) mayor a la actual». Aquí cabría preguntarse ¿Es la copia de libros un resultado del alto costo de los mismos o una demostración de que en Colombia no hay una cultura de compra de libros? ¿De qué forma está asociada una y otra? Ya advertí que tocaré el tema de que en Colombia no existe el hábito de la lectura, aunque desde ya se evidencia que una y otra están ligadas.
Winston Manrique Sandoval en su artículo Valor Seguro publicado en Elpais.com de España con fecha de 21 de febrero de 2009, advierte que en tiempos de crisis en un mundo contemporáneo en donde el libro electrónico y las lecturas por el ciberespacio irán tomando fuerza el libro de bolsillo será la carta de las editoriales. Claro, el libro de bolsillo es barato. «Más por menos. Ese es el mensaje que transmiten estos libros cuyo precio medio es de 6.40 euros.» Manrique indica que aparte de una reducción en el precio, estos libros estarían ligados a estrategias publicitarias en las que se ofrecen dos por uno y son vendidos en librerías y almacenes de grandes superficies en los que los costos por empleados son mínimos.
JuanK2017 resaltó que las librerías en Colombia tienen demasiados empleados que no parecen estar haciendo mucho. Es indudable que los altos costos laborales elevan los precios de los libros cuyo costo lo termina pagando el consumidor final. En cualquier librería Borders o Barnes & Noble en los Estados Unidos hay uno o dos empleados máximo por piso. Lo mismo ocurre en el corte Inglés en España y otras librerías Europeas. En el Ateneo o Distal en Buenos Aires es igual. En vez de tener tantos empleados hay un computador que le indica al comprador si poseen el libro que está buscando y en qué parte de la librería está. Esto por supuesto reduce los costos y amplía los márgenes del negocio beneficiando al cliente. Las librerías en Colombia deben modernizarse, ser sitios apacibles en donde los clientes tengan la posibilidad de mirar los libros a placer. JuanK2017 dijo lo siguiente al respecto:»… a mi personalmente me gusta ir a una librería y quedarme horas buscando algo que me llame la atención, algo que de verdad quiera leer, no sentirme presionado…». En la mayoría de las librerías del mundo hay zonas de cafés en donde la gente se sienta a leer sin que nadie lo perturbe.
Los precios actuales no están al alcance de la población en general. Afirmar lo contrario es tapar el sol con las manos. Escudarnos en frases añejas como las utilizadas por Felipe Ossa, el dueño de la Librería Nacional, al afirmar en replica a Colombia: ¿Un país de lectores? que: «Hay dos conceptos falsos que esgrimen los colombianos como pretexto para no leer: ‘Los libros son caros y no hay tiempo para leer'», así como lo hizo en un artículo publicado en cartas de los lectores de Elespectador.com el 21 de febrero de 2009, es evadir el problema así como lo hemos venido haciendo durante décadas. La falta de interés por la lectura incide en que los precios de los libros sean más costosos pero los precios de los libros costosos también profundiza la falta de interés por la lectura, generando un círculo vicioso en el que se perjudica el país y pierden sus habitantes. No podemos alejar a la población del gusto de poseer sus propios libros. Como lo dijo Andres74varela: «… nada reemplaza tu biblioteca personal, el orgullo de estar rodeado de tus autores favoritos y «chicanear» ante ti y tus amigos, el placer de saber que son tuyos y que puedes releerlos cuando quieras, el saber que incluso podrías llegar a prestar alguno o regalarlo».
Felipe Ossa parafraseó al Conde de Siruela quien afirmó que tildar a los libros de ser caros era una actitud cultural. En su escrito levantó las siguientes preguntas: «¿Caros con respecto a qué? ¿A una corbata de marca? ¿A una cartera Vuitton? ¿A una atractiva y diminuta ropa interior femenina de Victoria Secret?». Del mismo modo afirmó que el libro ha sido un negocio desde el momento en que se inventó la imprenta y que Gutemberg no fue un altruista. Para ello recomendó el libro La cultura, patrimonio intelectual de los europeos de Donald Sasson, en donde se explica el desarrollo del libro como industria. Cabría preguntarse si los ejemplos expuestos por el dueño de la librería Nacional son los más indicados, sobre todo teniendo en cuenta la realidad de Colombia en donde una gran parte de la población gana el salario mínimo.
Es evidente que alguien que tenga un BMW último modelo no tiene excusa para no leer ni tiene derecho a decir que los libros son caros. Su capacidad de compra le permite acceder con facilidad a los libros así sean caros, pero para el gran porcentaje de la población colombiana que jamás llegará a poseer una corbata de marca, una cartera Louis Vuitton, una botella de whisky costosa, o en sus propias palabras «una atractiva y diminuta ropa interior femenina de Victoria Secret», un libro en nuestro país, Colombia, y en nuestro tiempo, febrero de 2009, en donde comprar por cuarenta y cuatro mil pesos ($44.000.oo), El amor en los tiempos del cólera le representa a alguien el diez por ciento de su salario mensual sí que es caro, porque está persona lucha con las uñas y debe raspar el fondo de la olla para darle de comer, vestir y educar a sus hijos, padecimientos que no experimentó alguien como el Conde de Siruela cuyos descendientes con toda seguridad andan tras el volante de lujosos carros deportivos, o si debemos hacer el ejemplo más gráfico, preguntémosle a un norteamericano común si estaría dispuesto a comprar El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Marquéz por el diez por ciento de su salario mensual en Dólares.
RobinA indicó que la comparación del El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez, y «The sun also rises», de Ernest Hemingway, no era buena ya que el cotejo debía hacerse sobre un mismo libro y no sobre libros diferente. Considerando lo anterior, volví a la librería Borders del centro de Filadelfia y averigüé el valor del El amor en los tiempos del cólera en una edición de Random House, traducido al inglés por Edith Grossman, la cual se vende a un precio de catorce Dólares con noventa y cinco centavos (US $14.95), es decir casi un tercio más barata en relación a la versión que compré en Colombia en la librería Biblos, eso sin tener en cuenta que éste libro en inglés debió pagar una millonaria suma en traducción.
En vista de que la comparación entre Colombia y los Estados Unidos no es un ejemplo que esclarezca el panorama por la diferencia de los tamaños del mercado, invito a los lectores que vivan por fuera de Colombia a que nos dejen saber cuánto vale la novela El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez a precio de hoy 24 de febrero de 2009, en las librerías de los países en los que residen. De esta forma podremos calcular su valor en pesos teniendo en cuenta la tasa representativa del mercado imperante y la comparación del ingreso per capita de ese país en el 2008 contra el de Colombia que es de: seis mil setecientos Dólares (US $ 6.700).
Quisiera agradecer de forma expresa a todas aquellas personas que participaron en el foro o me enviaron un correo personal manifestando sus opiniones al respecto. El debate sigue abierto a la espera de nueva información, datos pertinentes y los precios del libro El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez a fin de establecer qué tan caros son los libros en Colombia con respecto a otros países del mundo.
www.eduardobecharanavratilova.blogspot.com
Lea el artículo Colombia: ¿Un país de lectores? en:
www.eltiempo.com/participacion/escarabajomayor
Lea el artículo Valor Seguro de Winston Manrique Sandoval en Elpais.com:
http://www.elpais.com/articulo/semana/Valor/seguro/elpepuculbab/20090221elpbabese_3/Tes
Lea el artículo de Felipe Ossa en Elespectador.com:
http://www.elespectador.com/opinion/cartas-de-nuestros-lectores/columna120137-de-los-libros
Lea otro artículo réplica al tema publicado en Elespectador.com: