Un sol picante calienta el autódromo cambiando la temperatura de la pista. Montoya reinicia en cuarto puesto y se estabiliza ahí. Se le ve manejando de forma conservadora, guardando carro para el final. Johnson pasa a Kurt por el primer lugar y los punteros empiezan a sumar vueltas hasta que Kyle se va contra el muro y ondea la amarilla.
Los punteros entran a ‘pits’. Montoya ahoga su bólido y sale detrás de Martin en el quinto puesto. Tiene un duelo puerta a puerta con el líder del ‘Chase’ y recupera su puesto en pista. Corre tranquilo detrás de Bush a medida en que suma vueltas. 232, 233, 234. Anda corriendo de forma inteligente, arriesgando cuando hay que arriesgar, cuidando cuando hay que cuidar, aguardando cuando hay que aguardar.
En la sexta amarilla sale de cuarto. Pasa a Kurt por el tercer puesto en el reinicio. Martin también lo pasa por el cuarto. Los corredores se estabilizan en esas posiciones y la carrera va entrando en su etapa más interesante a medida en que transcurren las últimas cien vueltas. En la 325 hay una nueva amarilla.
El piloto colombiano sale de cuarto, detrás de Martín pero en la re-arrancada lo supera por arriba y pasa a Matt Kenseth por el segundo lugar. Va detrás de Johnson quien parece imbatible. La reportera de ESPN llega a los ‘pits’ en compañía de su camarógrafo. Luce un overol de pantalones negros, chaleco blanco y mangas rojas. El logo colorido de la Nascar aparece en su pecho. Escucha de forma atenta a lo que alguien le dice por unos audífonos amarillos. Endereza una antena que sale de ellos y habla por un micrófono que sujeta en la mano. En la otra lleva un papel con anotaciones.
– ¿Puedo tomarte una foto? -. Se sonroja. Su sonrisa de dientes ordenados queda registrada en mi cámara. Su nombre, Shannon Spake, aparece bordado en hilo sobre su pecho. Me acerco a la jefe de prensa de Montoya y le pregunto si puedo tomarle una.
– No -, indica tomando distancia. Dice algo más pero no le alcanzo a escuchar con el rugir de los bólidos.
– Es para el periódico en Colombia -, le digo. También se sonroja y sonríe. Es de boca pequeña y dientes ordenados. Sus pómulos de piel ardida juegan bien con su nariz recta y su mata de su pelo castaño en la que se pierden unas gafas de sol.
Camino por la ruta hasta el centro de periodistas. Un lugar aclimatado donde es posible escapar del sol y el ruido inclemente. Diversos televisores de pantalla plana empotrados en la pared pasan la transmisión de ESPN. Indican la velocidad con la que Montoya pasa por la línea de meta: 145.92 millas por hora. Jimmy Rojas anda sentado en una mesa comiendo ‘roast beaf’ y pastelitos de cangrejo. Me sirvo del buffet y llego a su mesa.
– Montoya, anda corriendo bien.
– Aquí no hay que hacerse ilusiones. Cualquier cosa puede pasar. No es como en la Formula Uno que el que toma la punta se va -, dice llevando el tenedor a su boca.
– Es verdad, puedes ir de primero hasta la última curva y luego quedar de último.
Como y salgo de nuevo. El sol aparece de forma tangencial sobre el horizonte, confirmando que el otoño ha llegado y pronto vendrá el frío. Los ingenieros de Johnson lucen serenos. Uno de ellos cruza la pierna sobre la otra y pulsa las teclas de un computador.
Una nueva amarilla ondea. Los mecánicos de Montoya esperan con sus rodillas flexionadas sobre la barda. Uno de ellos le indica al colombiano donde parar, sosteniendo una señal pintada con la bandera de Colombia. Una caricatura del piloto con los ojos abiertos dentro del casco, sus brazos cruzados y el overol ajustado a la cintura, aparece en su centro.
Saltan sobre la plancha y cambian las llantas externas. Corren para el otro lado. El encargado del gato levanta el bólido. Desajustan los pernos arrodillados sobre el concreto y sacan la llanta, ponen la nueva y ajustan los pernos ante la mirada del oficial de la Nascar y la cámara de ESPN, que capta cada instante valioso. Montoya sale apurado guardando su segundo lugar. Los neumáticos usados humean en las manos de algunos técnicos que los sujetan a unas bases para su posterior revisión. El caucho luce comido en su parte interna.
– ¿Tienen que volver a parar por combustible o con esto ya llegan a la meta? -, le pregunto a Lynette.
– ‘They’re good to go’ -, responde moviendo su mano hacia adelante.
Johnson confirma su liderato en el reinicio. Montoya se sostiene de segundo y Kenseth de tercero. Escucho el sonido seco del auto número 12 de David Stremme chocando al 18 de Kyle Bush. Martin Truex Jr. hace un trompo frente a los ‘pits’ y el bólido 19 de Elliott Sadler termina contra la barda de seguridad. La carrera se neutraliza de nuevo.
Los camiones pasan limpiando la pista con sus turbinas, el ‘pace car’ apaga sus luces y la carrera se reinicia en la vuelta 348. Kenneth se le mete por adentro a Montoya quitándole la segunda posición. Los mecánicos del colombiano miran la pantalla. Stewart le da un toque a Edwards y lo pasa por afuera. El bólido 11 de Denny Hamlin se va contra el muro y hay una nueva amarilla en la vuelta 369. Los punteros no entran a ‘pits’.
La carrera se reinicia en la 373. Martin pasa a Montoya por afuera. El carro empieza a perder rendimiento y Kurt se le pone por detrás ‘bomper’ a ‘bomper’. El colombiano lo sostiene entrando a la curva uno, sale adelante en la curva dos, Kurt insiste, Juan aguanta, lo sostiene en la curva tres, sale adelante en la cuatro, Kurt continúa el reto durante un par de vueltas, cualquier punto es oro en éste momento. Montoya resiste hasta que logra sacarle un espacio y se consolida en el cuarto lugar.
Johnson se aleja en la punta. Martin pasa a Kenseth por el segundo lugar. Montoya le saca distancia a Kurt y le recorta a Kenseth. Johnson se sigue alejando, se le ve sólido, a punto de consolidar su primera victoria en la ‘Chase 2009’. Montoya se le acerca a Kenseth en la vuelta 396 aunque no lo suficiente. El público ve ondear la bandera blanca. Jimmie da su última vuelta y cruza la meta ante la bandera a cuadros. Martin segundo, Kenseth tercero, Montoya cuarto, Kurt quinto. Los bólidos desaceleran y el sonido endemoniado disminuye.
Jimmie da un trompo en la meta. Se baja del auto y toma la bandera a cuadros. La agita en el aire. Vuelve a su bólido y da una vuelta triunfal. La bandera agitada en la ventana de su auto. Montoya pasa detrás de Kenseth y estaciona al final de la línea de ‘pits’. Se baja del carro y es abordado por periodistas y camarógrafos. Su rostro luce colorado, con algunas marcas del casco aún frescas en su piel. Responde preguntas con ánimo, pero en el fondo se le ve decepcionado. Al fin y al cabo era un corredor acostumbrado a ganar, no a quedar de segundo, ni tercero, ni cuarto. Puede ser consiente de estar perdiendo duelos decisivos, como el de la carrera pasada en Loudon con Mark Martin por el triunfo, y el de hoy contra el mismo Martin y Johnson que son sus adversarios a vencer.
– Otra muy buena carrera -, le dice Shannon Spake acercando el micrófono a su boca. – ¿Qué pasó al final?
– No me favoreció arrancar por la parte de abajo de la pista -, responde el piloto colombiano ante la cámara. Lo entrevista otro periodista ante el lente de un noticiero norteamericano y Diego Mejía le hace unas preguntas para RCN de Colombia. Montoya responde y se va afanado en compañía de ‘Gonzo’.
El cuarto puesto lo deja de tercero en la general, aún cerca de Martin y Johnson, quienes se perfilan como grandes candidatos para el título. Martin quiere ganar su primer campeonato a la edad de 50 años. Johnson quiere su cuarta corona en línea. Queda en el aire una pregunta: ¿Qué le está haciendo falta a Montoya para obtener una victoria en un ovalo?
En el podio Johnson se baña en champaña con sus mecánicos. – ‘Throw us a hat, throw us a hat’ -, gritan algunas personas a mi lado y el equipo entero lanza sus gorras por el aire. Posan para la foto al lado del trofeo de la competencia, una replica en miniatura del ‘Monstruo de la Milla’ que se levanta afuera del autódromo. Jimmie lo levanta y es entrevistado por los comentaristas de Speed Channel.
Llamo a papá a Bogotá bajo el sonido de las aspas de un helicóptero que se eleva. – ¿Qué interpretación le das a la carrera? -, me pregunta.
– Que Montoya está perdiendo duelos cruciales.
– Yo no sería tan categórico. Esta es apenas la segunda carrera de diez. Diría más bien que ahí va sumando puntos importantes.
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